El puente da Barca cerrará el próximo lunes un carril de circulación, de modo que durante al menos un mes será únicamente de salida de Pontevedra hacia Poio. La medida, adoptada por la Xunta, tiene el objetivo de acelerar unas obras de rehabilitación del viaducto que acumulan ya un notable retraso -su plazo de ejecución ya se ha cumplido- pero que la Consellería de Infraestructuras achaca a la negativa del Concello a autorizar obras nocturnas en las últimas semanas.

El concejal César Mosquera confirmó ayer el desacuerdo municipal con la ejecución de los trabajos por la noche, y más en varios días consecutivos, porque "los trabajos que generan mucho ruido y hay quejas de los vecinos". "Es preferible cortar el puente al tráfico que trabajar de noche", insiste el edil de Infraestruturas, que recuerda que desde agosto, cuando comenzaron las obras, se le ofreció a la empresa la posibilidad de cortar por completo el viaducto, "pero la Xunta no quiso". "De haberlo hecho, la restauración ya estaría ahora acabada".

Rechaza de este modo el argumento autonómico de que son esas prohibiciones del Concello las que han retrasado las obras, toda vez que la primera paralización nocturna por parte de la Policía Local fue el 28 de diciembre, más de cuatro meses después del inicio de la ejecución.

"Las limitaciones en cuanto a los cortes de tráfico las puso la Xunta, cuando se les propuso un corte total, pero se insiste en dar prioridad a los coches sobre los peatones y los vecinos que residen en esa zona", en referencia también a la negativa desde el principio a aprovechar esta rehabilitación para ensanchar las aceras del propio puente, un objetivo que el Concello persigue desde hace años y también piden muchos usuarios.

Al margen de la polémica sobre el horario de las labores y el diseño del proyecto, el gobierno local no pone impedimento alguno a que se corte al tráfico el puente, uno o dos carriles, en un sentido o en otro. "Es indiferente que sea de salida o de entrada", apunta el concejal, si bien ruega a la Xunta de que se establezca algún tipo de coordinación con la Policía Local para elaborar un dispositivo de circulación por viales alternativos.

La consellería ya ha situado el puente das Correntes como la principal opción de acceso a la ciudad desde Poio, si bien Mosquera aclara que hay otras alternativas, entre ellas, el ramal de entrada al puente de la AP-9 en Portosanto. Se teme que pueda haber algún problema en el propio viaducto das Correntes y en torno a los Bomberos, con el añadido de que el vial de A Caeira está en obras.

Sea como sea, la Xunta ya tiene decidido que desde el lunes A Barca será de dirección única y de sentido de salida de la ciudad. La medida se aplicará de 9.30 a 20.00 todos los días (al menos los laborables) mantendrá hasta que finalicen las obras, no antes del mes de marzo. El objetivo es acelerar todo lo posible los trabajos y recuperar parte del tiempo perdido,. La labores se centran ahora en la colocación de la marquesina a ambos lados del puente, para después instalar la iluminación y otros detalles.