La primera paralización de las obras nocturnas por parte de la Policía Local, según admite la propia consellería, fue el 28 de diciembre, cuando ya se habían cumplido más de cuatro meses de trabajos. Al menos hubo ora más, el 30 de enero, en ambos casos por quejas de los vecinos por los ruidos.

Estos episodios han derivado en una "guerra" de fechas y documentación entre la Xunta y el Concello. La Consellería de Infraestruturas explicó ayer que la empresa adjudicataria presentó 13 "comunicaciones previas" a la Policía Local sobre los trabajos nocturnos y trasladó al Concello diez solicitudes. El primer informe negativo municipal fue el 8 de enero.

Por su parte, el gobierno local señala que ya hubo peticiones de la empresa para finales de noviembre y principios de diciembre, cuando se trabajó de noche sin permiso. Después se repitieron para actuar a mediados y finales de diciembre y principios de enero, cuando se requirió más documentación. La última solicitud, hasta ahora, es del 31 de enero.