Cientos de personas llenaron en la tarde de ayer las calles del centro urbano para recibir a los Reyes Magos de Oriente, que a su paso dejaron caramelos y sobre todo, una gran noche mágica.

Sus Majestades salieron del Muelle de Reparaciones para enfilar la avenida de Ourense para, tras pasar por las inmediaciones del consistorio, llegar a la Plaza de España donde le esperaba una multitud.

La comitiva siguió su recorrido por las calles Almuíña y Jaime Janer para coger el tramo de Concepción Arenal que accede al parque Eguren, última parada de la cabalgata ya que allí se encontraba el belén viviente y donde realizaron la ofrenda.

Belén viviente

En la carpa instalada en el parque departieron con los más pequeños de las casas, mientras sus familias abarrotaban el recinto.

Melchor, Gaspar y Baltasar conocieron las peticiones de los niños marinenses y horas más tarde cumplieron con cada uno de ellos llevándoles los regalos a sus domicilios.

El belén viviente estuvo organizado, un año más, por la Asociación Os da Caña, de la parroquia de San Xulián.