La presidenta de la Diputación, Carmela Silva, junto al alcalde de Ponte Caldelas, Andrés Díaz, visitó ayer las obras de humanización de la Plaza de España y del primer tramo de la Avenida de Vigo, para eliminar las barreras arquitectónicas existentes, convertir este espacio público en una plataforma única y mejorar la zona. El proyecto, que cuenta con un presupuesto total de 382.123 euros, está financiado al cien por cien por la institución provincial a través del Plan de Reequilibrio, que concede 305.698 euros, y del Plan Concellos, que acerca los 76.424 euros restantes.

Silva mostró su satisfacción y su orgullo "porque seguramente esta va a ser una de las plazas más hermosas en la provincia de Pontevedra y por lo tanto un modelo a seguir para los demás ayuntamientos" que, además, va a permitir que los vecinos y vecinas de Ponte Caldelas cuenten "con un espacio central, un espacio público, en el que podrán descansar, socializar o reunirse".

La presidenta de la Diputación insistió en que "nuestro modelo está muy claro, reconquistar los espacios públicos para las personas. En el S. XXI la gente reclama que los vecinos tienen que ser los emperadores del territorio y no los vehículos". Además, Silva destacó que estaba encantada de presidir una institución "que ponen la disposición de los concellos los recursos necesarios para llevar a cabo proyectos como este". Por su parte, el alcalde, Andrés Díaz, que espera inaugurar la nueva plaza en el próximo mes de enero, señaló que "estamos hablando de la mayor reforma urbana de la historia de este ayuntamiento".

Con este proyecto se va a ampliar y realizar una nueva pavimentación de las aceras, se instalará una fuente de suelo con doce chorros e iluminación led y toda la zona pasará a ser de preferencia peatonal con limitación de velocidad a 30km/h, que además con un carril de sentido único cara al norte. El gobierno de Silva destinó a Ponte Caldelas más de 4,3 millones de euros en los tres años y medio de mandato en la Diputación.