La II Aula de Estratexia Empresarial de Aempe ha incluido en su programa un curso, en dos sesiones, de oratoria para jóvenes emprendedores, "Comunica con técnica, vende con corazón", que en su sesión de ayer fue impartido por Daniel Formoso Verez, abogado desde hace 25 años y profesional convencido de que la comunicación es la base del éxito de cualquier proyecto.

-¿A ser un buen orador se puede aprender?

-Sin ninguna duda. Y todo el mundo debería hacerlo. Saber hablar y saber negociar son las claves del éxito en lo profesional y en lo personal. En España no le damos ninguna importancia a este tema, pero la clave de todo es la empatía. Nadie se imagina invertir en un restaurante, por ejemplo, y poner al frente a personal malencarado.

-¿Es una carencia de nuestro sistema educativo?

-Totalmente. Debería ser obligatorio desde la enseñanza infantil. Nuestros jóvenes tienen unas carencias terribles a la hora de expresarse y eso es un límite enorme cuando se trata de emprender un negocio.

-¿Qué han aprendido los jóvenes que asistieron al curso organizado por Aempe?

-Unas técnicas básicas que les permitirán iniciarse en esta práctica oratoria. Ahora saben que tienen que salir de la zona cómoda y formarse pero disponen ya de los instrumentos básicos para arrancar.

-¿Ha sido un curso práctico?

-Combinamos teoría con la interacción permanente de los participantes. Ese es el objetivo, que la enseñanza sea amena.

-¿Cómo estructuró el curso?

-En tres conceptos. Lo importante es que el orador se haga con su auditorio, para ello es necesario dominar la presencia escénica, el espacio y el autocontrol, inevitables en el mundo empresarial, pues la primera impresión es fundamental y clave en nuestro trabajo. Controlar los nervios y gestionar las emociones, esos son los conceptos clave.

-¿Podría resumir el curso en tres ideas?

-Tan importante es lo que se dice como lo que se transmite. De nada sirve tener un buen mensaje sino se sabe transmitir. Es absolutamente fundamental que el mensaje llegue con la máxima eficacia al cliente. O lo que es lo mismo: Hay que elaborar el mensaje priorizando lo importante; hay que dominar el lenguaje verbal y el corporal para llegar a nuestro receptor y tenemos que lograr que entienda perfectamente lo que queremos decirlo.

-¿Es más sencillo de lo que parece?

-Cualquier persona puede conseguirlo. Es cuestión de aplicar técnicas teatrales y de gestión emocional. Solo hay que ser constante y repetir estos ejercicios hasta que dominamos la ciencia de la oratoria, en la que no debemos dejar de formarnos.