La denuncia pública de los familiares de un paciente que lleva una semana en aislamiento por sospecha de tuberculosis en el Hospital do Salnés y que el miércoles fue trasladado al Complejo Hospitalario de Pontevedra, para una broncoscopia, y estuvo más de una hora en una camilla en el vestíbulo principal de Montecelo esperando la ambulancia, ha sido respondida por la dirección del CHOP. Según sus cálculos, el tiempo transcurrido entre la llamada a la ambulancia y su llegada fue de 45 minutos

A pesar de que las imágenes del paciente en el vestíbulo principal del centro hospitalario pontevedrés son elocuentes, el gabinete replica que "no todo este tiempo fue de espera, puesto que en este intervalo el paciente fue trasladado desde el lugar de realización de la prueba hasta el lugar de recogida por parte de la ambulancia".

Lo que obvian decir es que el lugar de la prueba es en una planta superior y que el punto en el que tuvo que esperar la ambulancia es el vestíbulo del CHOP por donde entran y salen prácticamente todos los usuarios, incluidas las personas que van a visitar a los pacientes hospitalizados.

El CHOP puntualiza que "durante la estadía del paciente en el Hospital do Salnés, en los traslados en ambulancia, así como en la estadía en el Hospital Montecelo, el paciente estuvo sometido a las medidas de seguridad correspondientes a su situación clínica".

Pero el malestar de la familia del enfermo no se refiere a la atención del Hospital do Salnés, donde lleva una semana ingresado en una habitación de aislamiento con escrupulosas medidas para evitar posibles contagios.

La protesta se refiere a que el paciente quedó más de una hora (ya que al hospital vilagarciano llegó pasadas las cuatro de la tarde) en una camilla en el vestíbulo de Montecelo, pese a su delicado estado de salud, en una zona donde se abre constantemente la puerta de entrada en época de frío, y al posible riesgo de contagio para otras personas.