El presidente local del PP, Rafael Domínguez, se reafirmó ayer en su rechazo a la ampliación de la depuradora de Placeres, en contra de la opinión de la Xunta y el PPdeG al entender que el proyecto es "desproporcionado". El candidato a la Alcaldía reiteró esta postura después del acuerdo del Parlamento en el que su partido tumbó una propuesta contra la ampliación. Domínguez admite que hay "diversidad de opiniones" con la cúpula gallega del partido pero niega que esa "discusión" llegue al extremo de que él presente su dimisión o se la pidan.

También reconoció ayer que su propio partido, esta vez a nivel nacional, también tuvo responsabilidades en las subidas del peaje de la AP-9, por lo que pide un acuerdo de todos los grupos en el Congreso "para buscar una solución".

Domínguez comparecía ayer para presentar las cuatro medidas en materia económica que incluirá en su programa electoral y que considera que deberían ser asumidas "lo antes posible por parte del Concello para la creación de oportunidades y la atracción de empresas para poder hacer frente al principal problema que sufre Pontevedra: el paro".

La primera de ellas es la elaboración de un plan estratégico de empleo porque "Pontevedra necesita articular medidas que permitan atraer inversiones y que generen trabajo. La segunda es la elaboración de un nuevo PXOM porque "Pontevedra necesita mirar 30 años hacia delante y no 30 años hacia atrás".

El tercer punto se refiere a la creación de nuevo suelo empresarial e industrial de calidad. "Tenemos que ofrecer facilidades a las empresas que quieran instalarse aquí, dejar de poner problemas, manifestó Rafael Domínguez, que aboga en cuarto lugar por "una bajada generalizada de impuestos", en especial en el IBI y la tasa de vehículos.