Las plantas de Bueu y Sanxenxo se ubican casi en las puntas exteriores de la ría de Pontevedra, con lo que es la de Placeres la única existente en el interior de las aguas, con el añadido de que debe atender al menos a otros municipios: Pontevedra, Marín y Poio, además de parte de Vilaboa y el polígono de A Reigosa en Ponte Caldelas. Estas tres plantas ya existentes están diseñadas para un tratamiento hipotético de 257.000 personas, más de 85.000 por cada una de media.

El plan de saneamiento integral de la ría incluye un nuevo recinto de este tipo en Poio, pero no en Marín y tampoco en Sanxenxo, que utiliza la de Dena, en Meaño.

La localización de unos terrenos para la hipotética depuradora de Poio, que también atendería a parte de Sanxenxo, es motivo de conflictos y discrepancias desde hace años. La ubicación inicial de Pampaído se considera descartada al no aceptarla Sanxenxo y las propuestas posteriores han chocado con el desacuerdo técnico de la Xunta o el rechazo vecinal, como ocurrió en Samieira.

Medio Ambiente tenía reservados alrededor de seis millones de euros para esa planta pero emplaza al Concello de Poio a decir donde se ejecutaría. Sin embargo, en la última reunión de la comisión de seguimiento del saneamiento, la Xunta anunció que esta obra ya no sería realizada ni financiada, en caso de que algún día se lleve a cabo, por la administración autonómica ya que ha sido declarada "de interés general del Estado", una decisión del gobierno del PP en Madrid poco antes de su relevo, en los presupuestos generales del Estado de 2018.