Agosto registró una intensa actividad mercantil en los concesionarios de la ciudad. Pero no fue el único mes del verano en el que las ventas de coches superaron las cifras registradas en años anteriores.

La mayoría de los concesionarios de la ciudad habían cubierto sus objetivos anuales de venta ya en el mes de julio. Los que mantenían stock de coches con las motorizaciones antiguas continuaron en agosto su línea ascendente de ventas mientras que los que habían agotado existencias ya optaron por derivar las operaciones de ventas a finales de año, para que las matriculaciones se contabilicen ya en 2019.

Un factor coincidente para todos los concesionarios es que la "demonización" del gasoil ha disparado la venta de coches de gasolina. Un 60% de los clientes atendidos por los establecimientos del sector del motor en la ciudad se interesaron por coches de gasolina.

Así lo corrobora Alfonso Gómez, comercial de Volkswagen en Vepersa, un concesionario que el pasado mes de julio matriculó alrededor de 60 coches, una cifra muy superior a la media mensual de este establecimiento, que se sitúa en 40.

En Vepersa el mes de agosto ha sido activo, pero no precisamente en el cierre de ventas. "La gente venía buscando ventas inmediatas y nosotros ya no teníamos coches en stock. En agosto ya habíamos agotado por lo que nos fuimos a las ventas sobre pedido".

"Alarma social"

Desde el departamento de ventas de Cover-Peugeot hablan de la "alarma social" generada a raíz de la entrada en vigor del nuevo procedimiento europeo de medición de las emisiones de CO2, el WLTP.

"El Gobierno y los medios de comunicación sembraron el pánico entre los consumidores y los clientes cogieron miedo". Esa creencia ha llevado a los vendedores de Cover-Peugeot ha realizar durante todo el verano una labor informativa. "La motorización de PSA cumple desde hace tres años con esta normativa que ahora entra en vigor. Por tanto nosotros no teníamos stock de coches que urgiese sacar al mercado", apunta.

Desde Cover-Peugeot defienden la nueva medición de emisiones por considerarla "más realista" y "ventajosa" para el medio ambiente. Una preocupación, sin embargo, que no apreciaron en los clientes que se acercaron a este concesionario.

"Los clientes llegaban aquí preguntando por coches que tenían un descuento de 10.000 euros", añade. Los anunciados descuentos funcionaron como polo de atracción de clientes a los concesionarios. "Buscaban precio porque los coches con la motorización antigua no tienen ningún problema. De hecho, el Consejo de Ministros anunció una moratoria de más de un año para su comercialización. Son coches que cumplen la normativa y que no tienen problema alguno. Pero los consumidores no quieren los coches con las motorizaciones antiguas salvo que los puedan sacar a un precio mucho más reducido".

Para Cover-Peugeot agosto fue, por tanto, un mes "muy normal, con ventas muy similares a las del año pasado".

El mes de agosto fue muy diferente en Abreu, periodo en el que triplicó las ventas con respecto al mismo mes de 2017. "La alarma social creada entorno al impuesto que se iba a aplicar a las nuevas motorizaciones provocó una avalancha de clientes que vinieron buscando ofertas concretas en nuestras marcas", explica Yago Tobío, asesor comercial. Y las encontraron. Abreu sí disponía de stock para atender la demanda inmediata del consumidor pontevedrés y aprovechó el tirón del verano para incrementar sus ventas. "Podemos adelantar que este será un año muy bueno. En julio ya habíamos superado nuestro objetivo anual de ventas, y a eso tenemos que añadir los excelentes datos de agosto".

Tobío detecta además cierta dinamización económica en la ciudad, que ha animado además la renovación del parque automovilístico durante este verano.