Por segunda vez desde que empezaron las obras de rehabilitación integral del puente de A Barca, la empresa adjudicataria ha procedido a instalar iluminación provisional para facilitar el tránsito peatonal. La primera, de tipo solar y ecológico, fue robada a las pocas horas de ser colocada, para disgusto tanto de los usuarios del viaducto como de la Consellería de Infraestruturas. Fue el pasado fin de semana. Ahora, se ha optado por lámparas que reciben suministro eléctrico para disuadir a los ladrones, ya que una vez sustraídas será difícil que puedan ser utilizadas sin sufrir algún tipo de avería.

Serán cerca de una treintena y los obreros comenzaron esta mañana a instalarlas en el margen más externo del puente, el comúnmente conocido por los vecinos como "la acera de Poio". Las anteriores habían sido puestas en el del centro comercial.

Está previsto que las obras duren hasta que termine el año, ya que se dotará a la construcción de una marquesina con material preparado de mayor durabilidad ante la humedad. Fueron adjudicadas a la empresa Civis Global y tienen un presupuesto que supera el millón doscientos mil euros.