Las declaraciones de cada uno de los grupos de la corporación municipal, en el pleno con el que ayer se inició el curso político, evidenciaban -como dijo el concejal nacionalista César Mosquera- que el actual mandato está finalizado y comienza la campaña electoral hacia las municipales de mayo de 2019. Las intervenciones de los distintos portavoces fueron más políticas que resolutivas, en una sesión que se vio marcada por la protesta de los funcionarios de la Policía Local en el patio de butacas y por la toma de posesión del nuevo concejal del grupo popular, Gerardo Pérez Puga, que cubre la vacante del anterior portavoz del PP, Jacobo Moreira.

Se debatieron, entre otros asuntos, la reprobación a la concejala de Benestar Social Anxos Riveiro, (por la demora en la puesta en macha de la Renta Social Municipal), o los problemas ocasionados a vecinos y comerciantes por la mala organización de pruebas deportivas que cierran ocasionalmente numerosos viales de la ciudad. Ambas iniciativas fueron planteadas por Marea de Pontevedra.

La reprobación a la gestión de Anxos Riveiro fue rechazada con los votos del BNG y el PP (17), con la abstención de PSOE y Ciudadanos (4 ediles).

"Un alcalde que insulta"

"El PP no está aquí para insultar ni reprobar a nadie", argumentó el portavoz popular, Rafael Domínguez, quien recordó que el alcalde Lores "sí lo hizo" al nombrar "persona non grata" al expresidente del Gobierno central, Mariano Rajoy. "Pontevedra no se merece un alcalde que insulta", dijo Domínguez, para afirmar a continuación que "en mayo, cuando yo sea alcalde de Pontevedra, retiraré el nombramiento de persona non grata a Mariano Rajoy".

Marea de Pontevedra justificó la reprobación a Anxos Riveiro en la "incapacidad, inoperancia" para aprobar la ordenanza de Renta Social Municipal que el BNG acordó con este grupo para sacar adelante los presupuestos municipales.

Carmen Moreira (Marea) recordó que en Pontevedra más de 17.000 personas están en riesgo de exclusión social y que la aprobación de esta renta está pendiente desde 2017, cuando ya se aplica en otros municipios como A Coruña, Santiago de Compostela o Ames.

El PSOE se abstuvo en este asunto por entender que el problema se deriva de una negociación entre dos grupos políticos, por lo que "el marco de resolución de este problema deber ser el marco de su negociación", indicó el portavoz socialista, Agustín Fernández, quien, por otra parte, recordó a Marea que pudo acordarse de que el BNG no cumplió este acuerdo de 2017 ante de volver a dar su apoyo a los presupuestos de 2018. "La primera vez te engañan, pero la segunda ya es contumacia", dijo el socialista.

Carmen Moreira respondió a Fernández que "al PSOE le lleva engañando el BNG 12 años".

"Ayuda" social

En representación del grupo nacionalista, César Mosquera afirmó que "es imposible" hacer una Renta Social Municipal, "aunque se le quiera llamar así" y que si los vecinos en riesgo de pobreza no se han beneficiado hasta ahora de los 420.000 euros dispuestos por el Concello para este fin es precisamente por culpa de Marea, por su empeño en llamar a las ayudas sociales de otro modo y en elaborar una nueva ordenanza con todos los problemas que esto supone. "De renta social nada, eso será una subvención como una catedral, aunque le quieran llamar de otro modo", aseveró el edil del BNG, haciéndose eco de la opinión de los técnicos de Intervención Municipal. "Es bastante desafortunado lo que están haciendo, quieren hacer tan hiperbólica su diferenciación del gobierno que ya se pasan", espetó Mosquera al grupo de Marea. También pidió al popular Rafael Domínguez que no aproveche los plenos "para ensayar los mítines de la campaña".

Calles cerradas

La moción sobre la "mala gestión" de los eventos deportivos que cierran calles y perjudican a vecinos y comerciantes por su escasa planificación -planteada también al pleno por Marea de Pontevedra- contó con el rechazo del BNG, la abstención del PSOE y el voto favorable de los demás. Marea proponía la creación de un Consello Municipal Consultivo con la participación de los agentes sociales, para la planificación de grandes eventos que como el último Campeonato de España de larga distancia de Triatlón cerró numerosas vías, generando muchas quejas de vecinos y comerciantes, también de alcaldes de localidades vecinas, por la falta de información y planificación. El grupo socialista apoyó al gobierno local en este asunto, admitiendo que el último gran evento deportivo evidenció errores de organización por los que "hasta el alcalde reconoció un error, y mira que es difícil que usted reconozca un error", enfatizó Agustín Fernández dirigiéndose a Miguel Lores.