Un polígono industrial que inicialmente rondaría los 118.000 metros cuadrados, emplazado al borde de la carretera N-541 entre Pontevedra y Ourense en Santa María de Sacos, con capacidad para al menos una treintena de empresas, que requeriría una inversión de partida de unos tres millones de euros y obligaría a expropiar 160 fincas. Son los parámetros básicos del proyecto de suelo empresarial que tiene en marcha el Concello de Cerdedo-Cotobade para reactivar la economía en el interior de la comarca.

El Concello, que en su día tuvo que renunciar el proyecto inicial de Viascón, pone ahora sus ojos en Ponte Mocín, en Santa María de Sacos y trabaja para poder habilitar en el municipio una importante bolsa de suelo de uso industrial a menos de quince kilómetros de Pontevedra. De hecho, la zona elegida está en linea recta a catorce kilómetros de los polígonos de O Campiño-A Reigosa, y otros tantos del de Barro, las dos referencias en materia de suelo empresarial en el entorno de Pontevedra.

En el interior se encuentran en la actualidad terrenos de este tipo en Campo Lameiro y A Lama, pero el que se diseña en Cotobade surge como "una decisión estratégica fundamental para facilitar el proceso de creación y desarrollo de proyectos empresariales en el municipio, que lleva consigo la creación de puestos de trabajo y el desarrollo de actividades económicas, evitando así la actual tendencia al estancamiento en la población".

Pero para su ejecución es necesario adaptar las normas subsidiarias del municipio, que ya cuenta con una reserva de un millón de metros cuadrados en Cerdedo y se quiere alejar esta segunda opción. La Consellería de Medio Ambiente e Ordenación do Territorio de la Xunta de Galicia, a través de su Dirección Xeral de Ordenación do Territorio e Urbanismo, somete a información pública el documento ambiental estratégico y el borrador de esa modificación puntual.

La bolsa de terreno en la que el ayuntamiento promueve habilitar esta zona de futuro uso industrial tiene una superficie de 1107.984 metros cuadrados que se obtendrían por expropiación de las 160 fincas afectadas. En concreto, el estudio económico destina 460.000 euros a esa obtención de terrenos, 1,8 millones más a la urbanización y medio millón para la dotación de agua y saneamiento. La inversión inicial rondaría los 2,8 millones con el fin de crear 114.000 metros cuadrados de superficie neta para edificar, lo que ofrecía cabida para un mínimo de 30 empresas.

El presidente municipal, Jorge Cubela consideró que si la tramitación avanza sin contratiempos, hacia finales de 2019 pondrán completarse los trámites.

Naves ilegales

La documentación expuesta al público señala que "la necesidad que se plantea con esta modificación puntual del planeamiento viene avalada por la actividad que hasta la fecha se desarrolla en el municipio con la construcción de industrias y naves exentas en ámbitos rurales del entorno de los núcleos de población, muchas de ellas al margen de la legalidad, por la falta de suelo convenientemente dotado". Añade que "a todas estas empresas habría que añadir un número difícil de cuantificar de aquellas que, ante la falta de suelo disponible en el término municipal, tuvieron que instalarse en los concellos vecinos en suelos industriales acomodados o fuera de ellos". Se subraya, según los datos del Instituto Galego de Estatística de 2016, que "existen en Ponte Caldelas 386 empresas de las que 31 se dedican a la agricultura y pesca, 19 a la industria, 67 empresas pertenecientes al sector de la construcción, y 269 empresas al sector servicios" y apunta que "llama la atención la abundancia de empresas para un municipio de tan solo 5.562 habitantes, sobre todo sí lo comparamos con las existentes en la misma fecha en Cerdedo-Cotobade".

El proyecto apunta que "los terrenos integrantes de este ámbito, con una superficie total de 117.984 metros cuadrados, se sitúan en la parroquia de Santa María de Sacos, alejados de núcleos habitados, de modo que el ámbito no supone

ningún problema derivado de la actividad industrial, y está a un lado de la vía de comunicación más importante del municipio: la N-541, con la previsión de un enlace directo que ya está ejecutado, lo que supone un gran ahorro en construcción de nuevas infraestructuras de acceso, y una ventaja en la reducción de tiempo de unión con los destinos más importantes, ya que no hay que atravesar ni rodear ningún núcleo de población".

El Concello considera que "Ponte Mocín se encuentra en las mejores condiciones para albergar el uso industrial que se le pretende otorgar, es un enclave estratégico del municipio, que puede aprovechar las sinergias comarcales y del área Funcional, perfectamente comunicado, lo que hace que la distancia a Pontevedra sea de 13 kilómetros (10 minutos), y a Vigo 42 kilómetros (30 minutos) y al aeropuerto de Peinador de 48 kilómetros".