El centro de salud de A Parda incorporaba el pasado mes de junio a su plantilla a Mar Touceda Martínez, la primera enfermera especialista en Atención Familiar y Comunitaria del área sanitaria de Pontevedra. Se estrena con un cupo de 2.150 pacientes pero con la intención de poder compatibilizar el trabajo en consulta con el desarrollo de acciones comunitarias, ya que considera que la educación para la salud tiene que implicar también a la población sana.

-¿Qué tipo de actividades le gustaría desarrollar fuera del centro?

-Sobre todo con niños, en los colegios; a través de formatos que les resulten lúdicos y entretenidos que puedan adquirir conocimientos básicos sobre la importancia de hábitos saludables.

-¿Incluyen esas salidas acciones formativas de primeros auxilios?

-Ese es un aspecto que el Sergas, desde diferentes departamentos, está trabajando con diferentes sectores de población, y que es muy importante. La formación en primeros auxilios con los más pequeños quizá sea una asignatura pendiente.

-¿Qué diferencia hay entre una enfermera especialista y una generalista a la hora de hablar de autocuidados?

-La especialidad es nueva y requiere dos años más de formación como residente. Además de la cuidados familiares y comunitarios se crearon en pediatría, psiquiatría, etc; y la incorporación de estas especialidades al cuadro de personal es muy reciente; las generalistas se tuvieron que formar por su cuenta y están haciendo un extraordinario trabajo.

-¿Cómo trabajan con un enfermo crónico?

-Capacitándole para que sepa actuar y reconocer los síntomas de su enfermedad; que actúe en cuanto detecta los signos de alarma de su patología. Por ejemplo, un diabético necesita saber qué es una hipoglucemia y que como medida inmediata debe administrarse un inyectable.

-¿Resulta sencillo aplicar este programa de educación para la salud a un cupo de 2.150 pacientes de media?

-Es cuestión de organizarse. Se trata de concienciar en la importancia del autocuidado para incrementar la esperanza de vida, y no solo entre los enfermos crónicos con edades avanzadas o con patologías como la hipertensión o la diabetes, sino también entre la población sana.

-¿Es capaz un paciente de diferencia entre los hábitos saludables y los que no lo son?

-Lo hacen de forma inmediata. En cuanto se les pregunta identifican inmediatamente qué están haciendo mal y qué deberían cambiar. Es importante el compromiso personal de dedicar tiempo a uno mismo, planificando con constancia objetivos reales y alcanzables, a través de pequeños cambios que, sin duda, acaban generando notables avances en la salud.

-¿Es responsabilidad de los profesionales sanitarios el cuidado de la salud y los estilos de vida?

-Es una tarea compartida con los pacientes. El cuidado personal es la práctica de las actividades que los individuos inician y ejecutan para el mantenimiento de su propia vida, salud y bienestar.

-¿El paciente se siente mejor al comprobar que en parte puede controlar su salud?

-Los autocuidados para la protección de la propia salud aportan un alto grado de empoderamiento individual de los pacientes en su compromiso con su salud, apostando por hábitos saludables básicos.

-¿Disponen de estadísticas que avalen la eficiencia de estas líneas de educación para la salud?

-En Galicia no hay estudios previos, pero sí los hay en otras comunidades autónomas y está comprobado que este trabajo de prevención contribuye a mejorar la calidad de vida de los ciudadanos, y hacerles más independientes y más seguros en términos sanitarios, cuestiones que tienen repercusión directa en toda la sociedad.