En mayo el gigante alemán Deutsche Bahn -a través de su filial Arriva- sorprendía a ambos lados de la raia al solicitar a la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) autorización para operar un servicio ferroviario entre A Coruña y Oporto, un trayecto de 342 kilómetros que la compañía garantiza cubrir en 2 horas y 46 minutos, solo 20 minutos más de lo que tarda Renfe ahora en viajar entre Vigo y la metrópoli lusa. Apenas dos meses después de que se conociesen sus planes, Arriva aporta más datos sobre su proyecto.

En una entrevista concedida al diario luso Público, el CEO de Arriva España, Juan Ignacio García de Miguel, explica que la empresa calcula que podría mover entre 800.000 y 1,6 millones de pasajeros cada año. Reconoce además que la compañía valora ofrecer un "servicio multimodal", que combine el transporte por bus y tren.

García de Miguel admite en cualquier caso que el proyecto está todavía en una fase muy inicial. De hecho aún espera que le confirmen que -además del transporte entre España y Portugal- podrá cubrir viajes internos, dentro de ambos países. Sobre el material, explica que Arriva valora tanto comprarlo como alquilárselo a Renfe y defiende que el viaje puede hacerse en menos de tres horas.