La Fiscalía de la Audiencia Provincial de Pontevedra mantuvo esta mañana su petición de condena de seis años de prisión para un vecino del partido judicial de A Estrada como presunto autor de un delito de abusos sexuales con acceso carnal que habría cometido contra una amiga suya, vecina del lugar, aprovechándose de que se encontraba con sus facultades mermadas tras la ingesta de alcohol.

El acusado negó los hechos. Reconoció que esa noche la víctima los acompañó a él y a dos amigos a una romería en la que, tras beber tres tazas de vino, la mujer se comenzó a sentir mal. Dos testigos explicaron que se encontraron a la mujer prácticamente inconsciente y que se disponían a llevarla a su domicilio cuando el acusado y sus dos acompañantes se ofrecieron a llevarla ellos, dado que había acudido al lugar con ellos. Así fue. Una vez que la dejaron en casa, el acusado afirma que volvió para vigilar su estado de salud, dado que se encontraba muy mal. Asegura que la ayudó a ir del sofá para cama y que la ayudó a desvestirse hasta que se quedó en ropa interior. Luego afirma que permaneció tumbado a su lado en cama pero por encima de la ropa de cama porque ella así se lo pidió.

La mujer, en el juicio, no obstante, ratificó su denuncia. Explica que tras apenas beber unas tazas de vino se comenzó a sentir muy mal. A partir de ahí tiene recuerdos borrosos, "como flashes", pero sí se acuerda de que el acusado se metió en cama con ella y pese a que intentó oponerse (lo cual era muy difícil, según indicó, debido a su estado) mantuvo relaciones sexuales con ella. De hecho, explicó que él llegó a pedirle perdón por wasap por lo sucedido. El acusado reconoció este mensaje, pero dijo que no era por haber mantenido relaciones, sino por si no le había gustado algo de la forma en la que la ayudó cuando se encontraba mal. La víctima reconoce que como consecuencia de estos hechos está a tratamiento psicológico y que, además, siente que ha sido señalada y en cierta manera estigmatizada por el entorno hasta el punto que está pensando en cambiar de residencia para otro lugar para poder dejar atrás estos hechos.

La defensa del acusado hizo hincapié en que la mujer tardó un mes en denunciar los hechos y en que posteriormente mantuvo contacto con él. Tanto la mujer como las forenses del Imelga justificaron este hecho en que el acusado era alguien muy cercano a la víctima y precisamente por ese miedo a una posible "estigmatización" de la víctima por parte del entorno. "Intentó hacer como que no había pasado nada, pasar un velo por encima durante un tiempo hasta que vio que no fue capaz", explicaron los peritos al tribunal. Estos psicólogos de lmelga ven en la mujer una "sintomatología compatible" con una víctima de este tipo de delito sexual.