La Brigada Galicia VII se ha convertido en los últimos meses en la unidad de referencia del Ejército en lo que se refiere a la formación del resto de las unidades de la Fuerza Terrestre en la protección a autoridades en zonas de operaciones, es decir, en escenarios de conflicto.

Así, en los últimos días están teniendo lugar en Figueirido unas jornadas formativas en las que los expertos de la Brilat forman a en torno a medio centenar de militares del resto de unidades y brigadas del Ejército de Tierra en esta materia. La Brigada con sede en Pontevedra tiene la responsabilidad de formar a los instructores que a su vez entrenarán en la protección a autoridades en situaciones complejas a los militares del resto de las unidades del Ejército.

También en zonas de bosque

No es la única faceta en la que la Brilat es unidad de referencia en el ejército tras su conversión en Brigada Operativa Polivalente. Cabe recordar que también han sido seleccionados para la instrucción del resto de las unidades del Ejército (e incluso ya han formado también a militares y equipos de otras nacionalidades) en el combate en zonas boscosas.

La Brilat ha sido elegida como unidad de referencia en estos dos apartados en base a la experiencia en lugares de conflicto, así como por su adiestramiento habitual en zonas boscosas por su ubicación en tierras gallegas y asturianas que hace a sus militares grandes conocedores de estos ambientes.

En los últimos días, los integrantes del batallón del Cuartel General de la brigada con sede en Figueirido han realizado un ejercicio de actualización en ambiente NBQ, es decir, frente a amenazas de origen nuclear, biológico y químico. Unos entrenamientos que están de actualidad después de las denuncias de un supuesto ataque con armas químicas en Siria.

Cabe recordar que la brigada pontevedresa tiene en el horizonte (se prevé que en el mes de noviembre) los despliegues en Líbano y Mali.

Durante el ejercio, los militares repasaron los protocolos de antidescontaminación ante este tipo de amenazas, así como en el manejo de los detectores que se deben utilizar para la detección de la presencia en el ambiente de este tipo de agentes biológicos, nucleares o químicos.