Mejorar la calidad de los servicios turísticos y facilitar la estadía cuando se visita el país vecino son dos de los objetivos de la Jornada "Usuarios/as nos servizos turísticos transfronteirizos (Galicia-Portugal)" un encuentro en donde se abordaron temas relacionados con los alojamientos, restauración, transportes etc. "Lo que buscamos es analizar las relaciones de consumo y las problemáticas que se producen en el turismo transfronterizo" entre los dos países, indican desde la Unión de Consumidores de Galicia, que organizó el encuentro.

En la jornada, que se celebró ayer en la sede de la asociación de pequeña y mediana empresa Aempe, también colaboró la asociación portuguesa Defensa do Consumidor (Deco). Un jurista de este colectivo luso, Cláudio Salgado, explicó a los asistentes las características de la normativa del país vecino en materia turística (autopistas, carreteras, alquiler de automóviles etc) y cómo plantear una reclamación "porque no es el mismo formato que aquí, que tenemos nuestras hojas de reclamación, allí tienen unos libros y queremos explicar cómo es allí el proceso y los organismos a los que dirigirse", señalan los responsables del monográfico.

Una vez que el roaming desapareció las numerosas reclamaciones vinculadas a la telefonía han dado paso a otras quejas y hoy las principales diferencias están vinculadas a costumbres que difieren de uno a otro país.

En este sentido, las mismas fuentes señalan que en la actualidad "sí que hay reclamaciones o conciliaciones que nos llegan por alojamientos, por temas relacionados con la restauración, en este caso por los usos y costumbres de los restaurantes, mucha gente cuando viaja a Portugal no se da cuenta de la hora y encuentra los locales a punto de cerrar".

También están las problemáticas con los entrantes "que se sirven antes de la comida y no todos los clientes gallegos saben que tradicionalmente esos productos se cobran", así que no entienden por qué se incluyen en la factura final. "Son pequeñas problemáticas que tienen que ver con los usos y costumbres de los países y que pueden ser una barrera para unas relaciones de consumo fluídas".

La jornada se proponía dar a conocer estas particularidades, un proceso que continuará la próxima semana en Viana do Castelo, "donde se hará esta misma actividad pero explicando cómo es la normativa a este lado de la raya", señalan las mismas fuentes.

En general estas jornadas se enfocan a hacer de Galicia y Portugal destinos cada vez más competitivos, aumentando la calidad de la experiencia turística y facilitando la relación con el cliente.

Y es que los vecinos de Portugal son en estos momentos el más importante nicho de negocio para el sector turístico gallego. La Unión de Consumidores es una de las organizaciones que constata el gran incremento de las visitas y estancias.

El pasado año los viajeros procedentes de Portugal que se alojaron en establecimientos gallegos crecieron casi un 9% y en total se consiguieron las cifras más altas de turismo de la última década. Se consolidaba así el país vecino como el primer mercado extranjero, ya que copa actualmente el 16,4% del total de la demanda turística internacional que registra la comunidad.