La Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Pontevedra intentará dar carpetazo el próximo martes a un caso de tráfico de drogas en la ciudad del Lérez al que le quedaba un fleco pendiente. El asunto se remonta a los meses de verano de 2014 cuando la Policía documentó la intensa actividad de venta de droga que llevaban a cabo cuatro jóvenes en la capital.

Los seguimientos a los que fue sometido uno de los acusados permitieron constatar varias ventas de estupefaciente en pleno centro de Pontevedra en las calles Barón, Padre Amoedo y en la travesía en la que residía su novia. Durante un registro en su domicilio autorizado por el juzgado se encontraron diversas cantidades de sustancias estupefacientes, tanto cocaína como resina de cannabis, todas ellas valoradas por la Fiscalía en unos 13.670 euros.

Este principal acusado contó con la colaboración de quienes fueron sus otros dos compañeros de banquillo, J. S. B. y W. H. N. S., a los que suministraba estupefaciente que luego ellos revendían a terceras personas. En ocasiones el segundo también adquiría alguna sustancia al primero para su posterior venta.

Durante un juicio celebrado el pasado mes de junio en la Audiencia, estos tres acusados ya asumieron una pena de un año y medio de prisión que sería suspendida con la condición de no volver a delinquir en el plazo de duración de la condena. Sin embargo, había una cuarta persona acusada que no llegó a sentarse en el banquillo de los acusados. Según se señaló entonces en el acto del juicio, la excusa que puso fue que se había ido a trabajar a las Islas Baleares y que, tras recibir la notificación, no había tenido tiempo de preparar el viaje. La Fiscalía solicitó al tribunal entonces que dictase una orden de búsqueda y detención para garantizar su presencia en el juicio.

La Sección Segunda ahora ha señalado esta nueva sesión del juicio para juzgar al acusado que todavía no ha respondido ante la Justicia por estos hechos, M. A. S. R., para quien se solicita una condena,inicialmente, de tres años y medio de prisión y una multa de dos mil euros. Según la Fiscalía, este acusado se ponía en contacto con alguno de los anteriores para que le suministrasen pequeñas cantidades de cocaína y hachís que el luego revendía a sus propios clientes.