Algunos de los parkings del centro de Pontevedra, los más cercanos a la "milla de oro", se llenaron ayer por completo con motivo del Black Friday.

Pese a que la Policía Local desaconsejaba el uso del coche particular para acceder hasta el centro de la ciudad, la lluvia propició esta utilización y, por descontado, los atascos en las calles más cercanas a Benito Corbal.

El consejo de los agentes es el mismo para hoy durante todo el día, cuando se espera que continúen las compras de los pontevedreses, por lo que se propone que se utilicen los estacionamientos disuasorios del otro lado del río, en el Pazo da Cultura, el área frente al Pabellón Municipal de los Deportes y la de Mollabao.