Ocho árboles de diferentes puntos de España, entre ellos el carballo de Santa Margarida de Mourente, compiten en el concurso Árbol Español del Año, que les podrá llevar hasta la final del Árbol Europeo del Año (European Tree of the Year), un certamen que busca la elección de aquellos ejemplares con los que las personas establecen "especiales relaciones afectivas", según sus organizadores, Bosques sin Fronteras, que cuenta con el patrocinio del Ministerio de Agricultura.

La candidatura fue presentada por la Comunidade de Montes de Mourente, "como medio para dar a conocer la situación del árbol y llamar la atención del obispado y las administraciones públicas para su propoesta de creación de un patronato para su cuidado y puesta en valor".

El carballo tiene una altura de 15 metros y su tronco un perímetro de 8. Se calcula su edad en más de 500 años.

"Es el árbol más famoso de Galicia. Es un símbolo cultural, natural, etnográfico, histórico y artístico. Se han recogido leyendas y costumbres sobre este árbol en varias publicaciones. Hay referencias a él en decenas de obras literarias, pictóricas o ambientales. Figuras eminentes de la cultura gallega y española, especialmente el padre Martín Sarmiento, le han dedicado su atención y han resaltado su valía como emblema natural e histórico", asegura la leyenda que acompaña su candidatura en la página web www.arboleuropeo.es, desde la cual se puede realizar la votación hasta el 31 de octubre, incluido.

Asimismo, la Comunidade de Montes hace especial hincapié en la situación de riesgo en la que se encuentra el árbol. "Los vecinos, las asociaciones locales y varias entidades han venido reclamando cuidados biológicos para atender a su deteriorado estado y un plan de protección y puesta en valor de su entorno, cargado de historia (donde pasó su infancia el padre Sarmiento). Pero la Iglesia, propietaria del terreno, y las distintas administraciones públicas han hecho muy poco y el árbol aumenta su desequilibrio. Se han realizado varias movilizaciones en defensa de su preservación", se lamenta.

El de Santa Margarida compite con un tejo de Asturias, un pino de Ávila, un plátano de sombra de Valencia, un olmo de Badajoz, un encino de Navarra, un ciprés de Sevilla y un pino de Jaén.