La experiencia de los Camiños Escolares aplicado desde hace años en colegios del casco urbano, se quiere extender progresivamente a los centros escolares del rural, con el fin de que sus alumnos acudan andando, en la medida de lo posible, a las aulas, y el tránsito rodado ante las fachadas de los centros se limite al transporte escolar y al tráfico de paso. Tras las actuaciones de cierto calado en Marcón, Pontesampaio o Placeres, el Concello ha elegido los colegios públicos de San Bieito (Lérez), A Carballeira (Lourizán) y San Martiño (Salcedo) para acometer una adaptación en profundidad que incluye obras por 330.000 euros con peatonalizaciones, "lombos", espacios de aparcamiento y sendas para peatones desde ellos

Según explicó ayer el concejal del Rural, Demetrio Gómez, los criterios básicos de este calmado del tráfico son "favorecer la autonomía de los alumnos y garantizar su seguridad y priorizar el tráfico peatonal y colectivo".

En el CEIP San Bieito de Lérez, el proyecto de calmado de tráfico en su entorno tiene un presupuesto inicial de algo más de 82.000 euros. El concejal explicó que la solución en esta zona "es compleja". La vía que comunica la carretera de Campo Lameiro y la de O Castelo hasta la entrada del centro escolar será una plataforma única de preferencia peatonal y con una senda peatonal diferenciada. Además tendrá un calmado de tráfico radical, con tres "lombos" reductores en la subida al colegio, limitación de velocidad a 20 kilómetros por hora y la prohibición de aparcar delante del colegio en horario escolar.

La actuación diseñada en el entorno del CEIP A Carballeira de Lourizán tiene un presupuesto de 118.000 euros y se hará un "drástico calmado" de tráfico en el vial de acceso, con siete reductores de velocidad, que incluirá con una nueva acera que dará acceso a una senda peatonal diferenciada que discurre a un lado de la vía.

Este sendero forma parte de la recuperación de un viejo camino ya existente y que será tan solo peatonal. Todo ello generará delante del colegio una pequeña plaza. Además, se reordenará el espacio de aparcamiento y queda por decidir sí el punto exacto de subida y bajada del autobús escolar.

En el caso del CEIP San Martiño de Salcedo, Demetrio Gómez apuntó que el principal problema es que apenas un alumnos puede acudir andando al centro ya que el resto reside en puntos alejados que obligarían a transitar por carreteras sin aceras. Por ello, una de las soluciones adoptadas es la peatonalización total de un vial secundario que desemboca en la puerta del colegio.

Debido a esta complejidad, la inversión es la más elevada, por encima de los 128.000 euros. Se retirará el actual y "desordenado" aparcamiento que hay delante del colegio y se acotará el lateral de la vía con cabida para 31 plazas, mientras que el camino que baja del lugar de O Pazo al colegio será peatonal. Son algo más de 120 metros de vía en la que, según el concejal, "no hay viviendas". Aun así se instalarán tres reductores de velocidad ("lombos") para el previsible poco tráfico que llegue a circular por este vial, que se suman a otros tres en el entorno, donde también se aplicará el límite de velocidad de 20 kilómetros por hora.