El Entroido de Cobres llegó ayer a Pontevedra para ir abriendo boca sobre una de las épocas del año más divertidas y esperadas, tanto por el público infantil como el adulto.

Las madamas y galanes, ataviados con sus trajes tradicionales, se pasearon por el centro de la ciudad para promocionar esta fiesta de la parroquia de Vilaboa.

Los orígenes de este Entroido se remontan hasta el siglo XVIII. Las Madamas, galanes y aldeanos representan las distintas posiciones económicas y roles sociales, tanto mediante sus atuendos como por la posición que ocupan en los pases, bailes y exhibiciones.

El día grande de esta fiesta tiene lugar el martes de Entroido, con la Corrida do Galo.