Tal y como había anunciado el Concello, las largamente esperadas obras para recuperar, al menos en parte, la plaza de Valentín García Escudero, comenzaron ayer, si bien las adversas condiciones climatológicas de la jornada, que podrían prolongarse varios días más, amenazan con frenar unos trabajos que tendrían que estar finalizados en junio próximo.

Los operarios regresaron ayer a este yacimiento arqueológico que desde 2007 no ha hecho más que acumular basura y convertirse en un refugio de gatos. En este primer día se retiraron los plásticos que cubrían el 40% de los restos arqueológicos, área que en las próximas semanas se tapará con capas geotextiles, tierra y césped. Para el próximo lunes está previsto comenzar un adecentamiento mucho más preciso, de los propios vestigios, si bien el calendario está condicionado por la climatología ya que son necesarias varias jornadas sin lluvia para completar una obra presupuestada en 80.000 euros. Si se cumplen las previsiones, la plaza estará disponible para el uso público en junio próximo.

Tras la Semana Santa la empresa Tomos Conservación e Restauración acometerá la restauración de las estructuras, fase en la que son imprescindibles al menos cuatro días seguidos sin precipitaciones.

Tras un escaneado en tres dimensiones de todo el yacimiento se procederá a realizar el tapado en sí , que ronda los 60.400 euros. Todos los trabajos serán supervisados por la empresa Citania, encargada del control arqueológico. El gobierno local establece un calendario total de obras de dos meses, con lo que esta recuperación parcial de la plaza estaría lista en junio, a tiempo para la temporada estival, las fiestas y la Feira Franca, uno de los objetivos municipales al planificar esta actuación, cuyo retraso ha sido objeto de numerosas quejas no solo de los vecinos sino también del PP, que reclama que la cubierta sea total.

El permiso de estas obras, otorgada por la Dirección Xeral de Patrimonio Histórico hace unos días, autoriza la "retirada de los actuales plásticos de protección, la limpieza y la retirada de la valla actual", trabajos ahora en ejecución. También permite "la limpieza de las estructuras bajo control arqueológico; la protección de los restos y soterrar con geotextil, capa de arena fina y relleno de tierra extendida y compactada; colocación de una capa superficial de sedimento orgánico o césped; delimitación del borde sureste del yacimiento que quedará a la vista con un muro de contención escalonado; y delimitación del resto del perímetro con taludes rematados con césped". También se ejecutará "un drenaje y una evacuación de aguas" y se completará la actuación con "un vallado perimetral del yacimiento visto para evitar el acceso incontrolado".