Los canteros que realizan la restauración de los elementos de piedra de la Alameda de Pontevedra, comenzaron ayer su trabajo en los históricos leones que completarán la reconstrucción del pórtico que tuvo en su origen la escalinata de acceso Sur al parque, entre la Avenida de Reina Victoria y la rotonda de San Roque.

Allí se levantan dos columnas de piedra labrada que, como se diseñó en origen, estarán coronadas por sendos leones pétreos que originalmente se situaban en ese punto. Su "regreso" será total cuando finalice su restauración. Hasta ahora y durante décadas, estas figuras adornaron el vestíbulo de la Casa Consistorial.

Los leones fueron guardados durante el pasado siglo en el Concello, ante el deterioro de las viejas columnas que los sostenían.

Para concluir la reforma del parque (que cumplía el pasado 31 de diciembre su plazo de ejecución), resta también reparar una de las joyas del parque: los históricos mosaicos de Carlos Sobrino, de 1927, que están siendo sometidos a un meticuloso proceso de restauración.

Los 23 paneles de cerámica, confeccionados en una famosa fábrica sevillana, aquejaban serios daños a causa de su exhibición al aire libre, a la acción de los vándalos y de los meteoros. Las cerámicas empiezan a recuperar ahora el esplendor que tuvieron en otra época.

La mejora que se está realizando en la Alameda tiene un coste de unos 812.000 euros. Se actúa en sus 1.350 metros cuadrados, en los que además se acomete la reposición de los viejos bancos, la instalación de nueva iluminación, restauración de los mosaicos, canalización subterránea de agua, saneamiento y electricidad, limpieza de todos los elementos de piedra, sustitución de las aceras de la calle Alameda y el acondicionamiento del palco de la música. Otras fases de la obra consistieron en la pavimentación del recinto con una capa de tierra que rebaja la altura anterior.