La empresa Galfrío, ubicada en el puerto de Marín, ha descartado cualquier posibilidad de seguir adelante con su planta de elaborados y concretará el cierre a finales de mayo. Así se lo ha hecho saber a sus clientes, a los que ya ha informado de que a partir de esta semana no admitirá nuevos pedidos. La dirección rehusa por tanto las peticiones realizadas desde el comité, que buscaban otras soluciones para salvaguardar el empleo de los 50 trabajadores de esta factoría.

Los responsables de la compañía, una de las pioneras del sector que se instaló en el recinto portuario, y la defensa de la plantilla se reunieron durante los últimos días. Pero lejos de pactar una medida beneficiosa para los asalariados, Galfrío mostró sus últimos datos económicos para argumentar la clausura de estas dependencias. No obstante, seguirá funcionando únicamente como comercializadora de productos del mar con un grupo de 30 trabajadores. Fue la actividad con la que empezó.

La empresa presentará de inmediato los documentos precisos para tramitar el Expediente de Regulación de Empleo (ERE) extintivo mediante el que se recortará su personal en ese medio centenar de empleados.

Sorpresa

Desde el comité muestran su “sorpresa mayúscula” por la decisión adoptada, puesto que “no daba la sensación de que estuviese atravesando por una situación tan complicada”. Además, reiteran esa extrañeza a que “como las otras firmas del sector tenía mucha producción para las marcas blancas, que están contando con muy buena salida en tiempos de crisis”.

Los trabajadores achacan el cierre a una “mala gestión” por parte de los responsables de la empresa. Mientras, estos aseguran que la fuerte competencia de países como China, con costes de producción más bajos, hacen imposible su competitividad en el mercado.

Exigen ante Trabajo la readmisión de los despedidos por Valoriza

El comité de empresa de Valoriza y la dirección mantuvieron ayer la primera de las reuniones de los actos de mediación que oficia la Inspección de Trabajo. La defensa de los trabajadores exige la inmediata readmisión de los 12 despedidos, 11 del centro de mantenimiento de la AP-9 en Vilaboa y otro más del de la AG-57 en Nigrán.

La representación de los empleados, compuesta únicamente por delegados de la CIG, está pendiente de los resultados de este período para decidir futuras movilizaciones. En todo caso, los encuentros entre ambas partes proseguirán a lo largo de varios días. Por lo tanto, será previsiblemente a partir de la semana que viene cuando se conozcan los resultados obtenidos de la mediación realizada por la autoridad laboral.