Los vecinos de Oira celebraron ayer una de sus festividades favoritas, San Amaro, acompañados de un nutrido grupo de autoridades políticas y familiares, que disfrutaron de la primera celebración del año en Ourense.

Entre los asistentes se encontraba el alcalde de la ciudad, Manuel Cabezas, el concejal de Urbanismo, Enrique Novoa "Poli", y el portavoz del PSOE en el Concello, Francisco Rodríguez, entre otros.

Se trata de una fiesta"antiquísima", según los vecinos, que ha pasado de ser una de las citas más populares del municipio hace 60 años, a una celebración más bien religiosa, en la que, después de misa, se saca en procesión al santo.

Hace décadas se celebraba siempre el día 15 y era conocida como la fiesta de los estudiantes y las modistas, que se convertían en los protagonistas del día, junto con las orquestas y los platos de pulpo, que hoy han dejado paso a unos tradicionales pinchos para las autoridades y los miembros del coro y la Banda de Gaitas de la Diputación, que amenizó la mañana en Oira.

A pesar de su sencillez y de los fallidos intentos por revitalizarla, al ser adelantada al domingo, sigue congregando a un nutrido grupo de ourensanos.