Desde ayer, y hasta que acabe la situación de alerta sanitaria, la calle San Lázaro, colindante al parque del mismo nombre y el primer tramo de la calle Bedoya hasta su confluencia con Valle Inclán, son vías peatonales. Una solución puesta en práctica por el Gobierno local para, al igual que hizo la presidenta de la Comunidad de Madrid con la Castellana, crear itinerarios urbanos que permitan realizar caminatas o hacer deportes sin abandonar el casco urbano, utilizando para ello el propio asfalto.
La medida comenzaba a primera hora de ayer pero con cierto despiste por parte de los conductores, que se veían obligados a a cambiar de dirección al encontrarse con las señales de prohibido en la confluencia de calle San Lázaro con Paseo, o bien optaban por saltarse la prohibición.
Poca apoyo a la medida
La mayoría de los peatones no se atrevían a caminar por el medio de la calzada, por falta de costumbre y porque realmente al encontrarse en ese entorno una parada de taxis, que no fue traslada, así como varias tiendas, alguna de alimentación que precisan de la continua entrada de mercancías, se notó poco o nada la peatonalización en la primera jornada.
El alcalde explicaba horas antes que este cierre al tráfico eventual pretende aprovechar "la menor densidad de coches que hay en el estado de alarma, como prueba piloto, probando así cómo funciona la desviación de tráfico, cuyos coches deberán ahora subir por Celso Emilio Ferreiro para ir a la zona de Valle Inclán, Ramón Cabanillas, Mercedes o San Francisco" señaló.
La intención con estos cierres al tráfico rodado, es además crear un circuito de unos 2,5 kilómetros que permita los paseos a peatones o las bicis, al eliminarse los semáforos desde Jardín del Posío a Habana, y todo ello sin salir de la ciudad.
Por otro lado esta idea, que por ahora es de situación de aleta, llevará según ya adelantó el propio regidor a otras propuesta como " la que estamos estudiando Concello, Diputación y Xunta, de limitar la velocidad de vehículos con motor a 40 km /hora en la carretera de Reza a Alongos, para favorecer el ciclismo".
Ciclismo en Oira
El ciclismo es otra de la vías de escape para esta población que ha entrado ya en la fase 1 en Ourense, pero que tiene ciertas limitaciones para poder moverse fuera del á ámbito municipal. Además el Concello propone que se utilice también la carretera de Oira, de bajo tráfico, como un lugar para paseos tranquilos en bicicleta, sin tener que esquivar el tráfico rodado.
El alcalde de Ourense, se reunió además ayer en Alcaldía con Paula Feijóo, y Javier Barreal, dos de los técnicos que confeccionaron el Plan de Movilidad de Ourense, en la que analizaron diferentes actuaciones a desarrollar en la ciudad pero no ya con carácter eventual, sino para aplicarlos de forma permanente.
Entre ellas, el proyecto del alcalde de construir un túnel soterrado en la Plaza de Concepción Arenal con conexión soterrada con las calles Sáenz Díez, Avenida de la Habana y Pardo de Cela, la peatonalización del entorno del parque de San Lázaro y otras iniciativas "para fomentar la calidad de vida de la ciudad de Ourense".
Críticas del PSOE
Sin embargo la oposición municipal, mantiene que desde el Concello, no se han tenido en cuenta en ningún momento desde el Concello las propuesta de actuación ante el Covid-19 en la ciudad. El portavoz del PSdeG-PSOE, Rafa Villarino, denunció una junta de portavoces ayer, en la que las propuestas de los grupos de la oposición para hacer frente al COVID-19 fueron "absolutamente ignoradas", una reunión a la que "ni siquiera asistió a la concejal de Servicios Sociales.
