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Miles de fieles tendrán que seguir el Rosario de Antorchas de Fátima desde sus casas

La parroquia retrasa la "apertura del santuario al pueblo" hasta el día 15, ante el temor de una avalancha - Hoy celebra la Ofrenda de las Madres, con una pequeña representación

Celebración de la novela de Fátima, en la jornada de ayer. // Faro

Las 30.000 o 40.000 personas que tradicionalmente participan en la Procesión de Antorchas desde 1962, en el que se inauguró el santuario de Fátima, este año tendrán que seguirla desde casa. Tras valorar la situación con el obispo de Ourense, Leonardo Lemos, y las fuerzas de seguridad, los titulares de la parroquia tomaron la decisión de posponer la apertura de la iglesia al pueblo hasta el día 15. Por lo tanto, en la jornada de hoy, en la que se celebra la Ofrenda de las Madres, y mañana, día 13 de mayo, solo tendrá acceso al templo una pequeña representación de unas cien personas, para evitar aglomeraciones, en línea con lo establecido para la segunda fase del confinamiento, decretado por el Gobierno de España. El copárroco, César González Fernández, advierte a mayores que "el templo no está adaptado para recibir a mucha gente".

El santuario de Fátima celebra hoy la Ofrenda de las Madres, que los fieles podrán seguir a las 13,15 horas por las redes sociales, y se repite a las 17 horas por una televisión local. Presidirá la ceremonia el obispo, Leonardo Lemos Montanet. Abre con la participación de unos niños, que cantan a sus madres, una especie de acción de gracias, por el trabajo que realizan. Una madre habla con la Madre del Cielo, dentro del apartado "De corazón a corazón". Luego interviene una abuela. El obispo se dirige a todas las madres. Y luego doce madres ofrecen las flores a la Virgen, en representación de las que se encuentran en el templo y las que siguen la ceremonia desde sus casas. Concluirán la ceremonia con el rezo del rosario, desde el santuario, con una pequeña representación de feligreses, prescindiendo de la procesión de antorchas que realizan cada año varias decenas de miles de personas, con velas y los transistores encendidos, desde la iglesia parroquial del barrio de O Couto a la Catedral de Ourense.

Como en esta ocasión no se realiza la gran ofrenda de las madres, que acuden con costosos ramos al templo, los párrocos proponen que el dinero que van ahorrar lo conviertan en donativos, que pueden entregar en la parroquia o en una cuenta que permanece abierta en la sucursal del Banco de Santander del barrio, con destino a las 300 personas necesitadas que hay en O Couto. César González explica que, con la crisis del coronavirus, "se ha duplicado el número de personas que requieren ayuda".

El Rosario de Antorchas, que se realiza mañana en el santuario, contará con el testimonio de cinco personas o grupos que vivieron de forma diferente la pandemia del coronavirus: unos niños pequeños, matrimonios, algún misionero que desarrolla su función en el tercer mundo y una médica que trabajó de forma voluntaria y se terminó contagiando.

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