Pese al intento de negociar y dialogar, en medio de una crisis sanitaria y económica que afecta a todos, "sus señorías" no pararon de dedicarse puyas, y en este caso el alcalde fue a menudo el dardo y también la diana.
La oposición le acusó de no haber consensuado con ellos en estos 50 días de pandemia y de estar a todas hora en la calle, sin respetar la cuarentena. "Yo soy el alcalde de Ourense, no un ciudadano normal. ¿Se cree que soy un mindundi?" contestó Jácome al PSOE, para aclararles que "si estaba en la calle e es trabajando por la ciudad no de turismo".
Villarino también le afeó haber inflado datos en algunas áreas como ayudas a familias monoparentales, que cayó en picado, por lo que el regidor no dudó en acusar de "trilero" al portavoz socialista. Era cierto que caía esa inversión pero según Jácome el dinero se va a otro servicio. El portavoz del PSOE, quien antes había tachado al alcalde de "solipsismo", por ir por libre y creer que solo existe él, sin consultar con el resto, pidió a Jácome que retirase el calificativo de trilero. El regidor señaló que "yo no lo retiro, ¿si usted me llama a mi loco por que no puedo llamarle trilero?".
