La junta de gobierno local de Ourense acordó ayer ampliar el horario de apertura de la piscina termal de As Burgas, una decisión que será efectiva en cuanto se reabra la instalación, cerrada desde ayer como medida preventiva para contener la expansión del coronavirus.

Esta piscina, en pleno corazón del casco histórico, es uno de los principales reclamos turísticos de la ciudad y el gobierno ha autorizado la ampliación del horario hasta el final de verano.

Esto es posible, explica la edil de Turismo y Termalismo, Flora Moure, por un incremento de las horas del servicio que vigila las instalaciones durante su apertura. El contrato, que finaliza el 12 de septiembre, permite aumentar el horario establecido en un margen del 10%, lo que se traduce en 218 horas más sin necesidad de modificar el contrato. "Lo que aprueba la junta de gobierno es ampliar el horario pero no el acomodo de esas horas, que es lo que tenemos que determinar nosotros hablando con la empresa", explica. Esto se hará analizando la afluencia a las instalaciones y los picos de demanda.

La idea inicial, señala Flora Moure, es ampliar el horario los fines de semana y festivos, "probablemente acoplando las horas para que la apertura sea ininterrumpida". Actualmente, el horario es de mañana y tarde, con dos horas de cierre entre las 13.00 y las 17.00 horas.

La ampliación del servicio de vigilancia en 218 horas se acompaña de la aprobación de un gasto de 3.165 euros.

Además, la junta de gobierno local trató ayer en su sesión ordinaria otros 15 asuntos. En el servicio de abogacía se dio a conocer una sentencia que desestima la reclamación de una particular que reclamaba 2.297 euros por los daños causados en su vehículo por un bolardo en la calle Cruz Vermella. Los atestados policiales y las cámaras de seguridad demostraron que la demandante no accionó la tarjeta, de la que era poseedora, y quiso pasar detrás de otro vehículo. Otras dos sentencias obligan al Concello a abonar a empresas de construcción 46.421 y 318.664 euros por gasto de diversas obras.