Algo tiene Parada de Sil que cada vez son más los vecinos que llegan a los cien años, y esta vez es una mujer a la que ayer el Concello le celebró los 105. Se trata de Modesta Fernández Villar, antes vecina de Ivil, y desde hace un tiempo residente del geriátrico Luces del Sil.

No es la primera vez que en este ayuntamiento se festeja a una persona afortunada que llega a los cien años. De hecho, en los últimos años va nada menos que unos cinco.

Esta vez con flores y "bicas" el Concello de Parada de Sil invitó a los residentes de la residencia geriátrica a festejar a esta vecina a la que sus compañeros también le hicieron obsequios.

Modesta habla bien, su memoria es regular, no camina, pero nada de ello le impidió ayer disfrutar mucho con sus compañeros que le cantaron el cumpleaños feliz. Una celebración que quizás podría repetirse con algún otro afortunado.