El Concello de Salvaterra de Miño abrió, ayer, al público sus termas situadas en la parroquia de Oleiros declaradas minero-medicinales.

La instalación, ubicada en Teáns, está integrada por cuatro pozas termales de baño; tres grandes de aproximadamente 140 m2 y una profundidad de 0,60 metros y una poza pequeña, de aproximadamente de 30 m2 y 1,40 metros de profundidad, con un decantador para las aguas, que posteriormente vierten al río Miño.

Las termas de Salvaterra cuentan con autorización de la Confederación Hidrográfica del Miño-Sil y de la Consellería de Medio Ambiente.

Su agua fue declarada minero-medicinal y termal, previo informe favorable del Instituto Geológico y Minero de España y de la Dirección Xeral de Enerxía e Minas de la Xunta de Galicia.

Localizadas a orillas del río Miño, frente a Monçao y a un kilómetro del puente internacional aguas arriba, su recinto cuenta con un total de 3.000 m2 entre instalación y zonas verdes, además de un parque público.

Las termas están abiertas desde ayer y podrán visitarse todos los días, excepto los lunes que cerrarán para su mantenimiento, de 10.00 a 13.00 horas y de 17.00 a 20.00 horas.

La conclusión de los trabajos se ha demorado más de lo previsto. El gobierno local pretendía abrirlas el pasado otoño pero no fue posible hasta esta primavera.

El diseño de las termas se asemeja a las romanas, construidas con losas de piedra, y con ellas el gobierno local ha querido recuperar una zona de aguas termales, usadas tradicionalmente desde hace varios siglos y que habían desaparecido.

Las propiedades de sus aguas las convierten en útiles para la regeneración cutánea, para enfermedades respiratorias, para procesos reumáticos o descontracturantes, entre otras características.

Sus normas de uso y los consejos para bañarse en ellas están especificados en la entrada a las termas. No obstante, el Concello afirma que son idénticas a los de las termas de Ourense.