La construcción del nuevo enlace de la A-52 con el polígono industrial de San Cibrao das Viñas obligará a mantener cerrada al tráfico una de las calzadas de la autovía, en sentido Benavente, durante al menos tres meses. Así lo requiere la ejecución de una nueva fase del proyecto, que prevé cortes hasta el 31 de julio en el entorno del ramal de Gargantós, donde el nuevo vial conectará mediante una glorieta con la A-52 y con la autovía AG-31 (Ourense-Celanova).

La Consellería de Infraestructuras y Movilidad de la Xunta avanzó ayer que el corte se producirá de forma inminente, en cuanto mejore la meteorología. Durante este proceso que se prolongará alrededor de tres meses, la zona contará con señalización necesaria y se adoptarán las medias para garantizar la seguridad de los conductores y minimizar las molestias.

La construcción de este nuevo enlace en Gargantós forma parte del proyecto de construcción del vial de 4,5 kilómetros que conectará la A-52 con el polígono industrial de San Cibrao. Incluye un viaducto de 510 metros sobre el arroyo de San Benito, seis pasos inferiores y uno superior. Las obras fueron adjudicadas por casi 16 millones de euros y están cofinanciadas con fondos europeos.