La licencia restringe su uso para caza -la gran mayoría-, deporte e incluso autodefensa -había solo 90 de estos casos según datos de finales de 2016-, pero el número de armas registradas en la provincia sitúa la ratio por habitante en una por cada nueve ourensanos: un total de 32.351 para 309.293 habitantes. Solo contando las legales, lo que excluye las que no se dan de alta o han sido modificadas, lo que constituye un delito de tenencia ilícita. En la actualidad constan 19.754 licencias para el uso de armas en la provincia de Ourense.

La Guardia Civil tiene un departamento de intervención de armas. Es el organismo encargado de cumplir con que los propietarios tengan licencia, y también se ocupa del depósito y de una labor de intermediario en las pujas que se celebran una vez al año en la Comandancia de Ourense, en Santa Mariña do Monte.

Entre el 27 y 31 de mayo, en horario de 9 a 13 horas, se expondrán al público, en el acuartelamiento de la calle Bieito Amado, un total de 334 armas procedentes de particulares: escopetas, rifles, carabinas, pistolas y revólveres. El 3 de junio, a las 10 horas, se celebrará el acto de adjudicación previa subasta. Las personas interesadas pueden hacer una oferta en sobre cerrado. Las armas se adjudican al mejor postor. La Guardia Civil no saca rédito económico.

El año pasado se exhibieron durante una semana 411 armas. Se adjudicaron un total de 56. Otras 56 fueron retiradas por los dueños durante la exposición. La pieza que se pudo conseguir en esta edición por el precio más bajo, casi una ganga, fue una escopeta por 26 euros. La más cara, una pistola del calibre 22 para tiro deportivo que se vendió por 501,5 euros. En 2017 solo se colocaron 44 piezas, un 16 % del las 269 que permanecieron expuestas: la más cara, hace dos años, fue una escopeta de 503 euros, y la mayor ganga, otra de 5 euros.