La magistrada del Penal 1 de Ourense considera probado que un hombre de 31 años de Xinzo, cometió una apropiación indebida de 23.800 euros en la empresa en la que trabajaba, con la intención de "sufragar su adicción". El acusado fue diagnosticado de ludopatía con 21 años. La Fiscalía propuso al término del juicio una rebaja de la condena a pena de prisión sin efectos -15 meses de prisión más 900 euros de multa-, y la defensa se mostró conforme, después de que el acusado reconociera los hechos en su interrogatorio. La jueza condena al hombre por un delito continuado de apropiación indebida en concurso medial con un delito continuado de falsedad en documento mercantil. Aplica la agravante de abuso de confianza pero atenúa la pena por ludopatía.

La magistrada condena al encausado a indemnizar a su antigua empresa con la cantidad de 25.829,66 euros más intereses. El perjuicio a la S.L. fue mayor que el dinero del que se apropió el hombre, pues hay que sumar los gastos de devolución -1.180,33 euros- más los 803,92 euros derivados de las diferencias en los importes de las facturas por la falsificación.

El acusado fue contratado en abril de 2016 por una mercantil dedicada a la venta de material de informática y electrónica. En algunas ventas indicaba al cliente que ingresara el dinero en una cuenta de la que él era el titular. Para ello, entre otras irregularidades contables que la jueza considera probadas, procedió a emitir facturas falsas, estableciendo las transferencias como forma de pago y manipulando facturas oficiales para sustituir el importe oficial por uno más bajo, con un descuento ofrecido al cliente sin el consentimiento de la empresa.

La sentencia admite que el autor de la apropiación lo hizo para sufragar su ludopatía, pero también tiene en cuenta que la empresa de informática había depositado "una confianza especial" en el encausado, que sin embargo este "aprovechó para apoderarse de lo ajeno, faltando así a los deberes de lealtad y fidelidad", así como "ejecutando dicho apoderamiento ilícito con más facilidad y éxito".

Adicción desde los 18 años

El acusado reconoció en el juicio que se apropió de los 23.800 euros de la empresa en la que trabajaba, aceptando la acusación de la Fiscalía. Su abogada presentó un informe de una psicóloga clínica que trató por primera vez al hombre en 2015. El encausado relató a la especialista que tiene problemas con los juegos de azar desde los 18. En el acto de juicio, el hombre declaró que empezó a tener problemas con el juego cuando empezó la universidad. Con 21 años, un psiquiatra le diagnosticó ludopatía, según su manifestación en la sala.

Según él mismo reconoció, el juego era una "vía de escape" de sus problemas y las cantidades que sustrajo a la empresa las gastó en "casas de apuestas, salones y casinos". El encausado entró en la comunidad terapéutica de Proyecto Hombre, donde sigue a tratamiento.

La magistrada resuelve que "habiendo quedado acreditado de la documental obrante en las actuaciones y de las testificales practicadas en el acto del juicio la prolongación en el tiempo de la ludopatía" y que el acusado sustrajo dinero de su empresa para sufragar su adicción al juego, "ha de apreciarse la atenuante solicitada por la fiscal, como muy cualificada".

Sin embargo, la jueza también considera que el encausado incurrió en una agravante de la responsabilidad penal, por actuar con abuso de confianza, "circunstancia que se deriva de la relación laboral existente entre la entidad perjudicada y el encausado". El acusado se mostró conforme en el juicio a reparar el perjuicio causado a la empresa con su conducta, y que se cifra entre sustracción y gastos en un total de 25.829,66 euros.