El amplio seguimiento logrado por la campaña de protesta promovida por el pequeño comercio minimizó ayer el impacto de las aperturas dominicales con motivo de la campaña de Navidad. Gran parte de los establecimientos locales permanecieron cerrados frente a las aperturas de las grandes cadenas y franquicias.

La protesta, que continuará con nuevas actividades, está promovida por el nuevo colectivo denominado "Comercio Vivo Ourense" que surge para reclamar el papel de motor económico de este sector en la ciudad frente a la presión a la que se ven sometidos por las constantes campañas de descuentos de las grandes cadenas. Ayer buscaron con su acción reivindicativa una reflexión a través de escaparates empapelados simulando el cierre de negocios y mensajes alusivos tanto al riesgo de desaparición que corren como a la importancia que tienen en la economía local: "O pequeno comercio da vida ás cidades", "Este é o futuro que queres para o teu barrio?", "Así serían as rúas sen nós", "Ti fas posible o comercio local", "Gracias a ti o comercio é máis grande", o "Imaxinas Ourense sen este comercio?", son algunas de las frases que buscaron la complicidad de los clientes.

Frente a ellos, las grandes cadenas y franquicias de moda y calzado abrieron su puertas, en algunos casos incluso con el reclamo de ofertas y descuentos especiales.

Así, la ausencia de alumbrado navideño, cuya instalación ya ha comenzado pero todavía no está encendido, y la protesta que sensibilizó a muchos consumidores, aflojaron la primera jornada de apertura dominical.

Esta situación no afectó, en cambio, al tradicional mercadillo de antigüedades que se instala el primer domingo de cada mes en la Praza Maior y que en diciembre suele atraer una mayor clientela.