La Sala de lo Civil y Penal del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG) ha desestimado el recurso de apelación y confirma una condena de ocho años y medio de cárcel a Luis Rodríguez Atanes, por intentar asesinar a un vecino y primo en Trasmiras en marzo de 2016 golpeándolo, por sorpresa y por la espalda, con una pala en la cabeza cuandose disponía a subir a su furgoneta, tras decirle “voute matar”. Esa misma mañana ambos hombres habían sido partes enfrentadas en un juicio en Xinzo.

El tribunal ratifica la pena impuesta por la Audiencia Provincial de Ourense. En el recurso presentado por el acusado “no se menciona como infringida ni una sola norma, ni una sola, ya lo fuese de carácter constitucional o de legalidad ordinaria, sustantiva o adjetiva”, por lo que sus alegaciones son desestimadas. La resolución no es firme. Las partes aún acudir en recurso de casación al Supremo.

Hasta el momento la justicia ve probado que el agresor, de Trasmiras, golpeó en la cabeza a su primo y vecino con una pala, tras decirle “voute matar”. Esa mañana, el 8 de marzo de 2016, ambos habían sido partes enfrentadas en un juicio celebrado en Xinzo de Limia. Está condenado a indemnizarlo con 140.265 euros por las lesiones y las secuelas causadas. También está obligado a pagar al Sergas 15.506 euros, por la atención prestada al hombre malherido. Además, no podrá acercarse a menos de 500 metros a la víctima durante 15 años.

“Voute matar”, le dijo el agresor. Luis Rodríguez Atanes acometió a su primo Juan “de manera sorpresiva y evitando cualquier posibilidad de defensa, con un claro ánimo” de acabar con su vida. Con él en el suelo “y totalmente indefenso”, no paró. “Decía ‘hai que darche na cabeza, a ver se aprendes’, escuchó la mujer de la víctima, que vio a su marido tendido en el suelo, inmóvil, tras escuchar desde casa dos “golpes fuertes”, y observar posteriormente que la agresión seguía. Alarmada por la sangre en la cabeza y el suelo, con su marido boca abajo, la mujer rogó al presunto agresor: “Vaite, tolo, déixao, ¿ou quérelo matar?”. El encausado dijo que solo se defendió de un supuesto ataque del perjudicado con una barra de hierro. Admitió un empujón que hizo que la víctima se cayera contra un muro y se golpeara la cabeza. La Audiencia Provincial, a la que el TSXG avala, no se creyó esta versión.

La víctima, que después del primer golpe “ya no veía ni sentía, estaba como anestesiado”, llegó a estar en la UCI. Sufre secuelas y no puede desempeñar su profesión habitual