Ángel María B. G. se conformó ayer con una condena de trabajos en beneficio de la comunidad por hacer tocamientos a una vecina y por exhibirse ante ella. Ocurrió la tarde del 18 de junio de 2017. Según se considera probado con su conformidad, el hombre se introdujo en el ascensor junto a una vecina de su mismo inmueble y comenzó a tocarle las nalgas.

La víctima lo apartó. Cuando el elevador se detuvo en la primera planta, el acusado, que únicamente iba vestido con una camiseta, mostró sus genitales a la mujer y le pidió que lo acompañara a su casa.

La víctima continuó en el ascensor el trayecto hasta el segundo piso, donde está su vivienda. De nuevo se encontró al individuo, que otra vez le mostró sus partes y reiteró las insinuaciones a la mujer para que fuera con él a su domicilio. Es autor de un abuso sexual.