Tras la última víctima mortal en las obras del AVE la semana pasada, cientos de delegados de la CIG-Construcción detuvieron durante la mañana de ayer las obras en la boca del túnel de Cerdedelo, en Laza, para denunciar la total "desidia" de las administraciones ante la "alarmante" concentración de accidentes mortales que se vienen registrando. Según el secretario xeral, Paulo Carril, "lo que sucede en estas obras es el paradigma de la sobreexplotación en el sector de la construcción, sin que Inspección, Fomento o Xunta hagan nada por remediarlo".

La protesta estuvo precedida a media mañana con una concentración en la plaza del Concello de Verín, en recuerdo del trabajador fallecido la pasada semana, por el que se guardó un minuto de silencio. Un siniestro que la CIG quiere incorporar a la causa judicial iniciada por el sindicato contra el Estado y la Xunta, por presuntos delitos de prevaricación y contra los trabajadores. Denuncian la "dejadez absoluta" en las obras del AVE.

Cientos de delegados procedentes de diferentes comarcas gallegas se desplazaron en autobuses hasta la boca del túnel del AVE en Cerdedelo para detener las obras durante una hora, al grito de "no más muertes en las obras del AVE" o "¿cuántos más tienen que morir?". La protesta paró por completo el tránsito de camiones en el área, por lo que hasta allí se desplazó una dotación de la Guardia Civil, que identificó a algunos de los asistentes.

Carril expresó que "estamos hartos de que se pretenda culpabilizar siempre al trabajador de los accidentes laborales", cuando se trata de "una clara negligencia e irresponsabilidad de la Administración, que siendo conocedora de lo que está pasando no hace nada".

El historial negro de una obra

En 2013 murió un ingeniero de 37 años atropellado en uno de los túneles en Vilar de Barrio. En 2014 un trabajador de 42 años, al caer de una pala excavadora en el tramo de A Gudiña a Vilariño de Conso. También se registró un incendio en el túnel de Corno, en Vilar de Barrio, al lado de un depósito de detonadores de explosivos, que provocó la intoxicación y evacuación de 13 trabajadores. En 2015 un trabajador de 31 años falleció y otro resultó herido grave al caer desde un andamio de trabajo, en el tramo Prado-Cerdedelo.

El triste balance sigue. En 2016 un operario sufrió la amputación de una mano en Cerdedelo. En noviembre de 2017, otro hombre de 35 años murió en el interior del túnel de O Corno, en Laza, y ese mismo mes un conductor de un tractor quedó herido grave en Laza. En diciembre seis obreros fueron evacuados de un fuego en las obras del túnel. En junio de 2018 murió otro operario en Pedralba, en las proximidades de Galicia, al caerle encima unos hierros. El pasado día 10 falleció el conductor de un camión al volcar en las proximidades de la estación de Prado, en Laza.