Un interno del centro penitenciario de Pereiro de Aguiar fue trasladado al Complexo Hospitalario Universitario de Ourense ante las sospechas de que portaba sustancias estupefacientes en el interior de su cuerpo, supuestamente destinadas al tráfico de drogas en el interior de la prisión. Ocurrió en noviembre de 2016 y la resolución del caso está pendiente de juicio. Ayer se suspendió por segunda vez en el Juzgado de lo Penal.

Las dudas del personal de la prisión se despejaron en el centro hospitalario, donde se una radiografía evidenció la presencia de cuerpos extraños en el recto del interno. Así lo relata el fiscal en el escrito de acusación contra R.G.L., de 34 años, para el que solicita una pena de tres años y medio de prisión y multa de 1.200 euros por un delito contra la salud pública.

La exploración a la que fue sometido el interno fue autorizada por auto judicial el 18 de noviembre de 2016. Las sustancias ocupadas, detalla el escrito del fiscal, fueron debidamente analizadas y resultaron ser resina de cannabis con un peso neto de 93,7 gramos y un valor de 592,18 euros. Dichas sustancias fueron expulsadas por el interno en las horas siguientes a la exploración.