La Asociación de Personas con Discapacidad de Ourense lleva desde septiembre de 2010 ayudando al colectivo a mejorar su futuro. Casi ocho años de trabajo incansable por y para un grupo de gente excepcional en el que han abarcado desde el inicio un abanico de posibilidades y opciones a seguir, todos con el fin común de hacer de embellecer el futuro y presente de los discapacitados intelectuales. La única premisa, además de hacerse socios de ADO, es ser mayor de edad.

En principio, se podrían distinguir tres líneas de trabajo con una serie de programas. La autonomía doméstica, autonomía personal autonomía urbana. La doméstica se refiere a ayudar a los chicos y chicas a valerse por sí mismos en casa. Hacerse una comida a partir de una receta sencilla, lavar los platos, poner el microondas y más.

La intención es que consigan defenderse de manera autónoma en el hogar. La autonomía personal trabaja aspectos como la puntualidad, el peinado o la higiene personal, mientras que la autonomía urbana ayuda a los usuarios a desplazarse por la ciudad haciendo uso del transporte urbano, mostrando las localizaciones de las paradas de autobús y un mapa de las líneas y su recorrido por la ciudad.

Aunque la base de la asociación, como no podría ser de otra manera, es trabajar, hay tiempo libre y de ocio en el que de una manera totalmente normalizada ellos son dueños de sus acciones y deciden lo que quieren hacer, lo que más les gusta. También aprovechan el tiempo para realizar actividades de musicoterapia, áreas de teatro, psicomotricidad y más iniciativas que pongan en valor el objetivo número uno de la asociación.

Ayudas y cuotas

La Asociación de Personas con Discapacidad de Ourense sobrevive de las ayudas recibidas por Ayuntamiento, Xunta y Diputación y de las cuotas pagadas por los usuarios. "Las ayudas son suficientes, pero siempre se pide más", explica Juan Lorca, técnico de empleo de la asociación. "Somos conscientes de que somos muchas asociaciones a repartir".

Además de Juan Lorca, siete trabajadores interdisciplinares aúnan sus esfuerzos para que la asociación salga hacia adelante. Todas las áreas son transversales, por lo que lo trabajado está relacionado con una autonomía integral. Los socios acuden o bien por iniciativa propia o con la recomendación de su familia. "Hay muchos que se preparan para el mercado laboral, para lograr un trabajo digno de la misma forma que cualquier otra persona", acierta a señalar Juan Lorca.

Para realizar un trabajo más específico y concreto, en la Asociación de Personas con Discapacidad de Ourense mantienen unos cupos de gente, de manera que a estas alturas ya existe una lista de espera para formar parte del proyecto. "Podríamos tener muchísima gente, pero preferimos dar un servicio cualificado porque hay mucho trabajo a nivel individual", explica el técnico de empleo.

Servicio de calidad

El trabajo de la asociación es tan concreto que no existe una estancia máxima. Hay socios que llegaron el mismo día que se abrió la iniciativa y que continúa formando parte de ella en la actualidad. "Lo que queremos es lograr que tengan un futuro mejor y que tengan plena autonomía a partir de una formación continua", analiza Juan Lorca. "Sabe que viene aquí a trabajar pero también tienen su parte de diversión".

No todo aquel que entra por la puerta de la asociación termina por quedarse en ella. Cada persona y su caso es analizado minuciosamente, de manera que si tras el estudio pertinente se considera que la asociación no es el lugar adecuado para esa persona en concreta, la derivan a otras asociaciones. "Dejamos un periodo de prueba, si se siente cómodo y nuestra valoración es positiva, continuamos".

La Asociación de Personas con Discapacidad de Ourense no cesa en su empeño por mejorar la calidad de vida de los discapacitados intelectuales. El mercado laboral sigue siendo un lugar de entrada complicada para cualquier ciudadano, por lo que en este caso no solo no es menos sino que en muchos casos es peor.

Aún así, ni por un lado ni por el otro se dan por vencidos y continúan luchando por integrar en todos los aspectos de la sociedad al colectivo, un trabajo que exige perseverancia pero que en los últimos años ha demostrado que da sus frutos, y que existen en la propia provincia de Ourense ejemplos perfectos que sirven como inspiración para seguir luchando.