El traslado provisional a la Alameda ha disparado un 20% las ventas de la plaza de abastos número 1 de Ourense. A punto de cumplirse dos meses del cambio de ubicación para acometer la rehabilitación integral del edificio histórico, el mercado ha dado un salto cualitativo que los comerciantes todavía prefieren observar con cautela.

El presidente de la asociación que aglutina a los empresarios de la plaza, Emilio González, no oculta su satisfacción por el incremento del volumen de negocio y el optimismo que este cambio ha generado entre los profesionales del mercado. Pero se muestra prudente ante unas cifras que califica de provisionales: "Hay que tener en cuenta el factor novedad y que estamos en verano, que tradicionalmente es la mejor época para las ventas", explica. No obstante, añade, las cifras estimativas que reflejan un pico del 20% se han valorado en relación con el mismo período del pasado año.

La nueva ubicación en la Alameda, con una fachada abierta en plena calle Progreso, ha hecho más atractiva la plaza y eso repercute también en un aumento del 30% en el número de visitas. González señala que los comerciantes han respondido "muy bien" al reto que planteaba el traslado a una infraestructura provisional y han contribuido de forma positiva a cambiar la fisonomía de la plaza. "La gente se preocupa más de tener los puestos bien colocados y de presentar los productos de forma atractiva", señala el presidente de los comerciantes.

Desarrollar su actividad en este marco favorable para las ventas y las visitas es el escenario idóneo para los placeros ya que la provisionalidad del traslado podría alargarse más de lo esperado. La rehabilitación del edificio de la plaza de abastos número 1, situado en el entorno de As Burgas, no empezará de inmediato. De hecho, todavía no se han aprobado los pliegos de prescripciones técnicas y administrativas, por lo que el proceso de licitación de la obra ni siquiera ha empezado.

Desde el gobierno municipal, y en concreto el área de Comercio, apuntan que el procedimiento está pendiente de informes, una cuestión que el alcalde de la ciudad, Jesús Vázquez, ya esgrimía el pasado mes de junio, días antes de la inauguración del edificio provisional, manifestando su malestar por las "discrepancias" técnicas que impedían sacar adelante los pliegos. Apremiaba por aquel entonces a los técnicos municipales y les instaba a ponerse de acuerdo para avanzar en unos documentos que, apuntaba, acumulan un año de retraso.

Para el presidente de la asociación de comerciantes un nuevo atranco en una rehabilitación que acumula años de demora no supone una sorpresa. "Ya contábamos desde el principio con tres o cuatro años en esta situación de provisionalidad pero quizá hemos sido demasiado optimistas", señala. Recuerda que el plazo de ejecución de la obra, para la que el Ministerio de Fomento ha comprometido una subvención de 3,6 millones de euros con cargo al 1,5% cultural, es de 22 meses pero con los pliegos todavía por aprobar no descarta que la estancia transitoria se alargue "seis años".

Pero dada la situación, apunta González, "si las instalaciones aguantan todo ese tiempo, para nosotros no sería ningún problema seguir aquí". A pesar de que, añade, "somos conscientes de que estamos ocupando un espacio público y no queremos causar molestias", por lo que apremia también al Concello para que "licite cuando antes".

Recuerda también que esta rehabilitación afecta solo al edificio y no a la emblemática zona de "rianxo", actualmente muy deteriorada, por lo que pide ampliar la reforma a esta espacio: "No puede ser que dentro de seis años tengamos una plaza del siglo XXI y un 'rianxo' de la edad media al lado de un reclamo turístico como As Burgas".