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Usuarios de la Plaza de Abastos afrontan la reubicación temporal con esperanza

Los puestos ya funcionan a pleno rendimiento -El presidente de la Asociación de Placeros, satisfecho con la modernidad del recinto -Los plazos previstos se alargarán

La nueva y provisional Plaza de Abastos sigue su curso, mientras se programan plazos para la rehabilitación del recinto original. A pesar de que todavía no existe una fecha clara para su reapertura una vez sea modernizada, los placeros continúan presentando sus productos a la población ourensana, ganándose la vida en un hogar eventual que, aunque no mantenga el misticismo de lo antiguo, parece idóneo como área para desarrollarse hasta que puedan volver a disfrutar del mercado primitivo.

En el espacio que ocupa este nuevo mercado dentro de la Alameda, los comercios se agrupan con una disposición mucho más moderna y actual de lo que cabría esperar. La ciudadanía, atraída por la modernidad o simplemente por la novedad visita la edificación y se entretiene entre negocios y bares. No es para menos, ya que se calcula que de media cada placero ha invertido en renovar su puesto alrededor de 20 y 30 mil euros. Una inversión tan dura como necesaria, y que ellos afrontan con la esperanza y convicción de que traerá efectos positivos tanto personales como para la ciudad en general.

Emilio González, optimista

El presidente de la Asociación de Placeros Emilio González parece transmitir el sentir de la mayoría de los comerciantes que trasladaron su negocio a la Alameda. Ofrece un alegato cargado de ilusión y grandes planes para la Plaza de Abastos, si bien entiende que la realidad presente y los proyectos futuros cuentan con incógnitas y lagunas que podrían desestabilizar la idea platónica de prosperidad que él defiende. Afirma que los gastos destinados por cada comerciante a la adaptación de sus nuevos puestos eventuales ya se han producido y no hay tiempo para mirar atrás. "No sabemos si va a salir rentable, pero sí sabemos que era necesario para continuar nuestra actividad. Si conocías la plaza anterior y ahora ves esta te das cuenta de que los placeros han invertido su dinero con mucho cariño y empeño para que esté precioso", afirma Emilio González.

La renovación busca ir más allá del simple acondicionamiento a un nuevo molde y se plantea ser un lugar en el que los ourensanos no acudan mecánicamente tan solo para adquirir los productos que necesitan e irse, sino que disfruten del lugar y lo conviertan en su lugar de ocio. El objetivo ya está en marcha y se han instalado dos cafeterías más unas que está pendiente de apertura."Queremos que la gente venga no solo a comprar a la Plaza, también para pasar tiempo tomando un café, un pincho, en las mesas de afuera para las que hemos pedido un permiso" indica el portavoz de los placeros.

Con todo, la renombrada obra en la Plaza de Abastos no afrontará la totalidad de lo que conocemos como mercado de Abastos. La zona ocupada por los rianxeiros no ha entrado en el plan de renovación del Ayuntamiento y el contraste producido entre una obra relumbrante y otra que todavía conserva los rasgos propios de su remota inauguración preocupa.

"La parte no reformada del rianxo todavía es apta para la venta aunque nos habría gustado que también fuera renovada y es uno de los objetivos que nos marcamos desde la Junta Directiva. No concebimos que se vaya a hacer la reforma de la plaza nueva y no en la zona de rianxo, que es el emblema de la Plaza de Abastos y a su vez es la más abandonada", recalca Emilio González.

Aunque la reforma no les influía directamente, algunos de los comerciantes de rianxo decidieron aceptar la propuesta recibida por todos de instalarse en la Alameda. Esos son los establecimientos que más llaman la atención al presidente de los placeros, pero reconoce el mérito y la belleza de todos los puesto. "Si por algo se conoce este mercado es por la gente del rianxo y por eso estamos muy orgullosos de que algunos hayan decidido subir arriba. Son un emblema y nos da un plus."

De cara a la ocupación de un espacio público, Emilio González dice lamentarlo y su deseo es el de "hacerlo durante el menor tiempo posible".

La estructura es trasladable a pesar de que considera que esta ubicación concreta dinamiza los negocios y el entorno.

La cercanía de As Burgas se antoja clave para formar un entramado de interés turístico general y de nuevo la renovación del rianxo juega un papel fundamental. "Desde que abrimos esta nueva plaza están viniendo muchos grupos turísticos a visitarla. Con toda la Plaza de Abastos reformada al completo y con el km 0 del termalismo tan cerca la afluencia se multiplicaría".

Una reflexión con rasgos de largo plazo que se amoldaría a los tiempos y posibilidades realistas de la ciudad. La previsión marca que la Alameda será ocupada durante menos de dos años, pero la lógica invita a pensar que por lo menos pasará un lustro hasta que la Plaza de Abastos retome su ubicación natural.

Así lo admite González, mas apuntilla que le gustaría equivocarse y que se acercasen "lo máximo posible a los plazos marcados".

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