Los policías gemelos Roi y Bernardo D. L., investigados por la muerte en comisaría del agente Celso B. A., volverán a declarar como imputados ante la jueza Eva Armesto, que sostiene que los inspectores mataron presuntamente a su compañero el 9 de abril de 2016 para encubrir el robo de armas y los anónimos, la trama de la Policía Nacional desencadenada entre 2014 y 2015, que la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta (UDEV) de la comisaría de Ourense atribuye a los tres. La nueva declaración se produce a petición del abogado de la acusación particular, que representa a la familia del agente muerto. La instructora accede. Su comparecencia se producirá el 4 de julio, tras aparecer ADN de los gemelos en un folio del despacho en el que Celso murió de un disparo. Un cuarto que Bernardo -jefe del fallecido en el área de prensa- también usaba.

En la misma resolución, la magistrada de Instrucción 3, Eva Armesto, ordena que se ofrezca a la Dirección General de la Policía la posibilidad de personarse para ejercer acciones, porque si se termina acreditando el homicidio procedería el pago de una responsabilidad civil, y la muerte ocurrió en instalaciones del cuerpo.

El positivo en ADN tiene explicación, según la defensa. Tanto Roi como Bernardo participaban en competiciones de tiro de élite. El segundo dijo en un reportaje con este periódico, en agosto de 2014, que dispara "entre 30.000 y 50.000 tiros" al año y él mismo se prepara la munición en casa. Según el letrado, cuando se encontraba con casquillos defectuosos aprovechaban la pólvora almacenándola en un folio arrugado o un sobre. El papel en el que se ha encontrado ADN de los gemelos estaba en el suelo del despacho.

Negativo en sangre y el arma

Otros análisis de laboratorio han dado negativo. No hay perfil genético de los hermanos en el arma y todas las muestras del coche en el que Roi entró en la comisaría el día de la muerte dio negativo en sangre humana.

Los gemelos regresarán al juzgado en unos días, poco después de que la Audiencia Provincial de Ourense ordenase que se rebajen las medidas cautelares. La jueza había ratificado la obligación de que siguieran compareciendo cada día -lo hacían desde el 23 de enero, fuera día laborable, domingo o festivo-, pero el tribunal de apelaciones notificó la semana pasada la decisión de que los hermanos solo acudan una vez por semana.

La Audiencia también resolvió un recurso sobre la competencia para investigar el robo de armas, que la sala concede al juez Leonardo Álvarez. La desaparición de pistolas en el búnker fue una causa que el magistrado abrió primero y decidió archivar recientemente, sin que la fiscal haya recurrido.