La Asociación de Personas Sordas de Ourense celebró el Día Nacional de las Lenguas de Signos Españolas, con la colocación de una mesa en la rúa do Paseo y la iluminación del Puente Romano con luz de color turquesa. Mediante estas actividades, intentaron "compartir la lengua de signos con la ciudadanía, para promover su difusión y normalizar su uso".

Este colectivo, que engloba a unas 800 personas en la provincia, de las que 200 viven en la ciudad de Ourense, reivindica que la lengua de signos y sus expresiones culturales se declaren como bienes del patrimonio cultural inmaterial. Una cuestión que ya contempla la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad, que "permitiría equiparar los derechos lingüísticos de las personas sordas a los de ciudadanos usuarios de otras lenguas".

A pesar de que no tienen nada que ver con las lenguas escritas y habladas, "cada país tiene una lengua de signos diferenciada, pero en este Estado hay dos: la española y la catalana", revelan.