Sin novedad y manteniendo la hoja de ruta, que pasa por mantener el apoyo al proyecto de la Xunta de construir una senda peatonal y de bicicletas en la zona que discurre entre Reza y la zona termal de Outariz. Ese fue el mensaje que trasladó el alcalde, Jesús Vázquez, a miembros de la asociación de vecinos de Reza, en la reunión que mantuvieron ayer, y a la que también asistieron los ediles de Infraestructuras, José Araújo, y el de Seguridad y Participación Ciudadana, Carlos Campos.

Por su parte, la presidenta del colectivo vecinal, Sara Cruz, aseguró al termino de la reunión que los vecinos "salen enfundados y muy preocupados por la postura del gobierno", que la única solución que le daban a las cuestiones que plantaban es que "presente alegaciones" pero sin ir más, por lo que no se llegó a plantar modificaciones en un proyecto que es rechazado por los vecinos.

Pero lo que molesta a los vecinos es que más allá de que se les aconsejen presentar alegaciones colectivas e individuales al proyecto de la Xunta, es que se insista tanto por parte del alcalde como del edil de Infraestructuras en "lo beneficioso que es para todos los ourensanos".

Llegando a señalar que "somos unos privilegiados y la envidia de otras zonas" . Una apreciación con la que no están de cuerdo los vecinos y en especial los afectados, que le trasladaron que si era tan buena la llevasen para algunas de esas zonas que dicen sentir envidia. Lo que les quedo claro a los representantes vecinales es que por parte del gobierno popular no contarán con apoyo alguno , ni siquiera para modificar un proyecto que considera "causa unos graves perjuicios".

Y de nuevo insistir que "nosotros lo que pedíamos eran unas aceras", pero lo que plantean, con la senda peatonal, llevará consigo expropiaciones, limitaciones importantes para la accesibilidad a las viviendas, así como un "riesgo importante" para la seguridad de peatones y vecinos. Un punto en el que las diferencias son manifiestas entre gobierno y vecinos.