El director xeral de Desenvolvemento Rural, Miguel Pérez Dubois, se reunió ayer con los alcaldes de Cualedro, Luciano Rivero, y Oímbra, Ana María Villarino, para informar de los trabajos que se han ejecutado para incentivar la movilidad de tierras en ambos municipios. Se trata de proyectos para poner a producir fincas que en su día fueron objeto de concentraciones parcelarias pero que actualmente están abandonadas, sin uso o que fueron afectadas por incendios forestales. Se quiere plantarlas a través del arrendamento a empresas agro alimentarias.
Con estos proyectos se intentará poner a producir estos terrenos con el doble objetivo de dar rentabilidad al tiempo que se previenen dichos incendios en una zona en la que son recurrentes.
Así, en esta reunión el director xeral explicó que la primera fase de los trabajos, que pasaba por la identificación de las necesidades productivas de diferentes agentes económicos (empresas y cooperativas) interesados en la puesta en producción de las tierras, ya está concluida. En concreto, las necesidades pasan por la plantación de cereales, olivares, girasoles, viñedos y castaños. A partir de estas necesidades se estudiaron unas 5.300 hectáreas de suelo rústico en las que se seleccionaron unas 2.500 parcelas en Cualedro y otras 1.050 en Oímbra.
Y el siguiente paso ahora será contactar con los titulares de estas tierras para valorar su interés por dinamizarlas e integrarlas en el Banco de Tierras de forma voluntaria. Dado que ya hay varias empresas agro alimentarias interesadas en este proyecto, la intención es concluir el proceso con un arrendamiento entre los propietarios y los promotores con necesidad de tierras. De hecho, según indicó Dubois a los alcaldes para contar con su colaboración, a lo largo de 2018 la Consellería de Medio Rural pretende actuar de mediador entre los titulares de las parcelas y las empresas que quieren ponerlas a producir.
