La experiencia de Antonio Álvarez Valencia al frente de la comisaría provincial de Ourense terminará a finales de enero. El mando de la Policía Nacional, natural de Muíños, pondrá fin a un periodo de menos de dos años en el que, con buenos resultados estadísticos pese al déficit acuciante de plantilla y a varios asuntos importantes por resolver, ha tenido que mejorar la imagen y levantar el ánimo de una sede que, justo antes de su llegada, sufrió la peor crisis de su historia reciente. A Álvarez Valencia, que está de vacaciones hasta el 11 de diciembre, le queda poco más de un mes para marcar el rumbo de la sede de As Lagoas, donde vive.

El jefe provincial de la Policía ingresó en 1977 en el denominado Cuerpo de Policía Armada. En 1986 ascendió a inspector; diez años después se convirtió en inspector jefe y, en diciembre de 2013, llegó a comisario. Álvarez Valencia desarrolló su carrera profesional principalmente en Cataluña, donde fue responsable de Sección Operativa de Extranjería y Fronteras. Desde enero de 2014 era el Jefe Provincial de Operaciones de Tarragona. En abril de 2016 se hizo cargo de la comisaría ourensana tras un nombramiento por la vía rápida, avalado por su principal valedor, el jefe superior de Policía en Galicia, Manuel Vázquez.

La crisis interna, por aclarar

Antonio Álvarez ejerció en funciones en Ourense hasta que fue confirmado en febrero de 2017 por la Dirección General de la Policía (DGP). Asumió e hizo frente a un reto difícil. "Cuando llegué el marrón estaba aquí. Me puse en la situación más compleja y me vi con fuerzas para manejar la situación", dijo en una entrevista con FARO poco después de llegar. La desaparición de pistolas en el búnker y la muerte de un agente (un supuesto suicidio que aún se investiga bajo secreto de sumario desde hace más de año y medio) sigue sin resolverse, pero fuentes de la comisaría aseguran que el caso está avanzado y que va a esclarecerse. Tampoco se han hallado pruebas suficientes para detener al autor o autores del asesinato y violación de Socorro Pérez, en mayo de 2015. Con cautela, en la sede policial apuntan, de la misma manera, a que existen más posibilidades de esclarecer este hecho que hace unos meses.

La marcha del comisario, que anteayer recibió la Encomienda de Número en el acto conmemorativo de los 39 años de la Constitución, será casi coincidente con la jubilación de los dos primeros inspectores jefes que podrían sustituirlo, en funciones, por escalafón. El primero en hacerse cargo del mando en ausencia del comisario principal es el responsable de la Policía Judicial, Demetrio Martínez, que también se jubila a principios de 2018. Le seguiría a éste el inspector jefe de la Brigada de Policía Científica, Gumersindo Villar (también condecorado en el acto de este miércoles). Será el último en retirarse, pero también dejará la vida activa en el primer trimestre de 2018.

La comisaría ourensana se ve en una crisis de relevo porque, desde antes de la llegada de su actual comisario, cuenta con la plaza vacante sin ocupar de la Jefatura Provincial de Operaciones, que equivale al número dos en el mando. La marcha de José Luis de Luis a Vigo para ocuparse de un puesto de menor rango no fue suplida en Ourense. Es lo que obliga a que ante cada ausencia por días de disposición o vacaciones del comisario tenga que asumir la jefatura un inspector jefe. Ante las jubilaciones coincidentes de los más veteranos de este rango, no se descarta que en algún momento tenga que ejercer de jefe accidental el responsable de la brigada de Información.

Sería una solución temporal hasta que se renueve la cúpula. Una de las opciones es recurrir a los nuevos ascensos en el cuerpo. En unos meses saldrá de la academia de Ávila una promoción de unos 40 comisarios en espera de destino, y Ourense podría recibir a uno de ellos para cubrir la plaza de segundo comisario y, según una de las hipótesis, dirigir la sede en funciones hasta el nombramiento por libre designación de un titular.

Faltan puestos ejecutivos

La jubilación de los jefes genera un efecto arrastre. La marcha del que lidera la Policía Judicial obligaría a asumir esta responsabilidad en funciones al inspector de la UDEV. Cuando se retire el responsable de Científica la tarea recaerá de forma accidental en un policía, a falta de otros puestos ejecutivos en la brigada. No es inusual en la comisaría: al frente de las brigadas de Seguridad Ciudadana y de Extranjería, cuyo mando está reservado en teoría para inspectores jefe, ejercen inspectores.