"Las vacas no pueden quedarse solas, así que si no voy yo, al menos lo hará alguien de mi casa en representación", aseguraba el ganadero Antonio Pérez, en referencia a la gran movilización que han convocado los sindicatos agrarios para el próximo 18 de noviembre en Santiago de Compostela.

"Es muy importante que vayamos todos, porque tienen que escucharnos, insistiremos hasta que se aburran de nosotros", aseveraba Xoan González. El joven explicaba que la ganadería es el motor de comarcas como Viana, y que si desaparece, con ella se hundirán "muchos otros negocios que viven de manera indirecta de nuestra actividad".

Los ánimos están caldeados en la zona. Es por eso que María Páez tiene claro que ella no responderá de como pueda reaccionar la gente el próximo día 18: "Somos capaces de hacer cualquier cosa. Para los ganaderos nuestros animales son lo más importante, y no podemos darles de comer".

Por su parte, Antonio confesaba que tener que manifestarse le parece "indignante". Para este ganadero lo que piden es una cosa "tan básica" que no debería ser necesario que salgan a la calle. "Ni estamos en pie de guerra ni pidiendo limosna, solo queremos que nos den una solución", reivindicaba. Es por ello que tampoco entiende la medidas que aprobaba la Xunta el pasado miércoles: "No cubren nuestras necesidades porque ni siquiera saben cuales son, nadie se ha dignado a aparecer por aquí para ver lo que estamos sufriendo", denunciaba.

Una actitud que le hace sentirse, sobre todo, "decepcionado". Y como él, asegura que se sienten todos sus compañeros: "Es que parece que desde Verín para arriba ya no es Galicia, nos sentimos abandonados a nuestra suerte", concluyó.