El alcalde Jesús Vázquez y el portavoz de Democracia Ourensana, Pérez Jácome, escenificaron ayer, al termino de una reunión, el acuerdo alcanzado que permitirá la aprobación de las modificaciones de crédito, sobre todo la relacionada con el área de Bienestar Social, que registra un desfase de 1,6 millones, y evitar que se puedan dejar de prestar esos servicios, como habían alertado algunos colectivos y empresas. Así como el pago de facturas pendientes a proveedores. Un acuerdo que avanzó ayer FARO, y que se concreta en la aceptación por parte del gobierno popular en una modificación fiscal -una reducción del 20% de Impuestos de Bienes e Inmuebles (IBI), conocida como contribución-. Una rebaja que se llevará a cabo en dos tramos, una 10% en 2018, para con posterioridad aprobar otro 10% que entrará en vigor en 2019.

Se trata de una media, como se aseguró ayer por parte del ejecutivo municipal, que "no pondrá en riesgo, en ningún caso, la estabilidad presupuestaria del Concello", como así lo revelan los informes técnicos que fueron solicitados, y que al principio de la negociación se habían convertido en uno de los obstáculos.

El acuerdo alcanzado en la reunión de ayer, en la que también estuvieron presentes la edil de Hacienda, Ana Fernández Morenza, y el edil de DO, Armando Ojea, que el día anterior había asistido a la junta de portavoces en sustitución de Pérez Jácome, se rubricará hoy durante el pleno. De esa forma, en el momento de aprobar las modificaciones de crédito, en la parte resolutiva del orden del día, se introducirá, como parte del mismo, el compromiso del gobierno de llevar a cabo la reducción del IBI en los términos acordados.

Responsabilidad

Una vez asumido el compromiso de apoyar la modificación de crédito, el alcalde, Jesús Vázquez, tuvo un reconocimiento para el grupo de Democracia ourensana por su "responsabilidad" por la voluntad demostrada de buscar una solución al "difícil problema" respecto a los Servicios sociales, luego de una "ardua negociación política".

Por su parte, Pérez Jácome asegura que su grupo realizó una "jugada política maestra", en alusión a que "conseguimos varios logros en un solo movimiento: desbloquear 1,6 millones de euros para los servicios sociales (mucha gente necesitada tenía meses pendientes de pago), y además conseguir la proclamada bajada histórica del IBI del 20% para todas la propiedades de bienes e inmuebles del Concello".

Sostiene Jácome que se trataba, la baja del IBI, "la "mayor de la historia de España", el "primer punto de nuestro programa electoral", además de proclamar que "cumplimos lo prometido cuando tenemos opciones de gobierno". En este sentido, advierte el portavoz de DO que nunca una capital de provincia realizó una reducción semejante en la presión fiscal, lo que supone un "alivio al bolsillo de los ourensanos".

Otra de las apreciaciones que realiza Pérez Jácome es que en los últimos años los ourensanos habían pagado un impuesto "que no estaba de acorde con la realidad del mercado inmobiliario, tras la crisis de 2008". Y que con el acuerdo, de bajar en dos años el 20%, se consigue el objetivo, que no era otro que "beneficiar a prácticamente al toda la población, ya que afecta a propietarios e indirectamente a los inquilinos de esos inmuebles".

Además de dejar claro que el acuerdo da la razón a Democracia Ourensana en la viabilidad de sus propuestas, así como en ser un partido "negociador", acusa a PSOE y OUeC de ser como "el perro del hortelano, ni come ni deja comer, es decir: no proponen soluciones, no quieren llegar a acuerdos con Partido Popular ni DO, y además critican que lleguen acuerdos los demás".

Pérez Jácome carga con los otros dos partidos de la oposición, por considerar que son la expresión de "la parálisis e inutilidad".